Mi padre nació y se crió pobre. Mis abuelos fueron obreros del cuero y el calzado con trabajos inestables, separados por el alcoholismo de él. Las condiciones de vida de mi padre en su niñez y adolescencia estuvieron marcadas por la precariedad física y afectiva. Mi abuela apenas sabía escribir y no dimensionaba mucho los efectos de estudiar. Mi padre siempre se llevó mal con mi abuelo, pero siguió su prédica sobre estudiar algo. Después de varios años de trabajos mal pagados como profesor principiante ganó un concurso para ser académico de la Universidad de Chile, donde trabajó hasta jubilar. Mi familia así pudo vivir dignamente. Muchos de mis parientes paternos viven aún en condiciones de pobreza.
Hablar de pobreza suele traer aparejada una discusión eterna sobre su definición. ¿Qué es la pobreza, cómo combatirla, qué importancia tiene? Sin embargo, más importante que aquello es saber de dónde viene, por qué se produce. Muchas veces se confunde la definición con la medición, pero eso lo plantearemos luego.
Para algunas personas la pobreza es un asunto significativo de abordar por cuestiones religiosas. Para otras lo es por posiciones de filosofía humanista. También hay quienes se preocupan de ella por temas de seguridad social o política. Esta última es una posición quizás oportunista. La primera es una postura sin discusión, pues se trata de cuestiones de principios.
La filosofía es una discusión permanente sobre temas importantes y otros menos significativos. En la filosofía el concepto de hombre (genéricamente hablando) posee una gran riqueza de ideas, tanto como corrientes existen o hubo. El desarrollo del hombre se enfrenta en la época moderna al problema de la alienación, del desarraigo de la realidad por parte de numerosos individuos y de una incomprensión de su propia posición en el entorno. ¿Cómo romper la alienación que limita el perfeccionamiento de las personas? En las causas de los fenómenos siempre subyacen potenciales respuestas. El sistema de dominio del gran capital hacia amplias masas de trabajadores que intentan vivir o sobrevivir genera pobreza y alienación para sostener el predominio capitalista.
Por dónde comenzar. Qué será más rápido, vencer la pobreza masivamente o la alienación también extensamente. Qué será más efectivo. Es como preguntar qué es primero el huevo o la gallina. Grandes dirigentes sociales y políticos con ideales humanistas han realizado una labor de formación y organización de los trabajadores. Han apostado a vencer la alienación en algunos sujetos para conseguir una masa suficiente de actores conscientes que permita cambiar el sistema y así derrotar la pobreza y la alienación. También hay otros líderes que hicieron esfuerzos por reducir la pobreza y en algunos casos obtuvieron logros en lo económico y social.
Cuál es el problema con la pobreza. ¿Que se viva con poco? Existen personas que viven con poco y no son ni pobres ni alienados. La medición de la pobreza se hace habitualmente en el ámbito donde es más fácil hacerlo y es menos controversial la elección de las variables y formas de cuantificar: el ingreso de las personas. Quizá los últimos veinticinco años ha cambiado en algo la mirada sobre la pobreza con los trabajos del heterodoxo economista indio Amartya Sen, quien ha reivindicado una conceptualización de múltiples ámbitos para la pobreza. La pobreza además de ser un fenómeno económico lo es social y cultural, de dominio y /o sometimiento. Medir todo esto es complejo y debatible, pero se acerca mucho más a la complejidad del fenómeno de la pobreza.
En Viluco bajo, comuna de Teno, conocí un dirigente de un campamento, analfabeto, quien había conseguido muchas cosas para su gente, un jardín infantil, iluminación pública, casas del programa Chile Barrio y varias más. Recuerdo haberle preguntado cómo lo hace y su respuesta fue breve y elocuente: cuando me acuesto, prendo el computador, mientras apuntaba el dedo de su mano hacia su cráneo.
Una visión amplia y profunda de sí mismo y de su entorno es capaz de sacar a una persona de la pobreza. Los individuos tienen el potencial de superar la pobreza. ¿Por qué no lo hacen todos? Hay un sistema que los empuja a mantener ciertas conductas adversas para el pleno desarrollo de sus potenciales. Lo que es bueno para un sujeto no necesariamente también lo es para el conjunto y viceversa.
El único programa gubernamental para combatir la pobreza en toda su complejidad fue Chile Barrio que en sus inicios tuvo una concepción holística. A poco andar el ministerio que más dinero ponía quiso no sólo llevar las riendas sino también establecer el ropaje y movimientos de los demás pasajeros. Se convirtió en un programa tradicional más. El sistema afecta a los pobres, pero además a las instituciones que luchan contra la pobreza.
Una vez más podemos decir que la acción conjunta de las personas es un mecanismo poderoso para la solución de los grandes problemas sociales.
Por Raul Acevedo
Economista, 20 años de trabajo en el sector público, magister en gobierno y gerencia pública.
Santiago de Chile, 23 de octubre 2020
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