Es común escuchar que en los momentos difíciles es cuando realmente se conoce a las personas o también en este caso, a las instituciones del país. ¡Y qué mejor ejemplo! que lo que está ocurriendo en estos días.
No era verdad que el gobierno estaba preparado para enfrentar los estragos del Covid 19. Tampoco lo han sido la Ley de “protección al empleo”; los bonos, la Comisaría virtual, los respiradores; ni que estamos en mejor posición que todos los otros países para enfrentar la pandemia. Todo es mentira o todo tiene letra chica, es decir, son supuestas verdades, que solo tienen una publicidad absolutamente desproporcionada.
Lo más grave de todo es que, como siempre, se hace publicidad y se juega con la dignidad de las personas. Anunciar con bombos y platillos que se repartirán 2 millones y medio de cajas con alimentos, no solo es un agravio a las familias que hoy están enfrentadas a una situación límite, sino que constituye una burla porque se juega con las necesidades básicas de las personas. El asunto es que un aumento del salario mínimo y de las pensiones, en su momento, habría evitado el circo de la repartición de alimentos, que provocó que la gente hiciera filas en los municipios para recibir los alimentos que le prometió el presidente empresario. Pero seamos claros, el neoliberalismo y el gobierno que lo representa NUNCA tomará una decisión que implique favorecer a los sectores más pobres del país, ni desviarse del dogma de la disciplina fiscal. Acá los grandes empresarios, sector al que pertenece Piñera, son los únicos que tendrán posibilidades de créditos y ayuda del Estado, tal como ocurrió en 1982 cuando la dictadura prestó recursos a destajo a los bancos que estaban quebrados. No obstante, los derechistas son los primeros en rechazar la gestión del Estado en materia económica.
Algunos destacados dirigentes derechistas han propuesto querellas criminales y más represión para quienes protestan por su difícil situación económica. Sin embargo, para la derecha chilena no es extraño que soliciten mano dura cuando no conocen de pobreza ni necesidades básicas.
La derecha, a diferencia de muchos, sí previó protestas y graves problemas económicos para la mayoría de la población…pero para eso invirtió millones de dólares en carros lanza aguas, vehículos, uniformes y armas modernas. Para Piñera y el neoliberalismo, el hambre es un problema menor que se puede resolver con militares en la calle, con policías y con grandes campañas publicitarias para enfrentar el Covid 19.
Por Osvaldo Zamorano
Periodista
Doctor en Ciencias Políticas
Santiago de Chile, 19 de mayo 2020
Crónica Digital/PL