De acuerdo con el analista, un elemento común a todos los gobiernos progresistas que cedieron el poder en América Latina en los últimos años es que perdieron el apoyo de los sectores populares a los que precisamente beneficiaron con sus políticas sociales.
No siempre es culpa de las autoridades, quienes en general hacen las mejores políticas sociales que pueden, sino de la izquierda en su conjunto, la cual tiene que organizar y convencer a los beneficiarios, afirmó el coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro.
En su opinión, los partidos, sindicatos y movimientos sociales deben esforzarse por explicar a la gente que su mejoría obedeció a una política gubernamental enfocada en ellos.
El tema ideológico de convencimiento y organización de las masas es muy importante, reiteró el politólogo brasileño, para quien otro elemento extremadamente desestabilizador es la campaña mediática y la manipulación que despliegan la prensa al servicio de la derecha.
En ese sentido, señaló que las acusaciones de corrupción contra los gobernantes son un elemento predominante en esa ofensiva, y citó los casos de los exmandatarios Luis Inacio Lula da Silva, de Brasil, Cristina Fernández, de Argentina, y del ecuatoriano Rafael Correa.
Esos son los mecanismos que han llevado a la ofensiva de la derecha, para desviar la atención de las políticas sociales, acotó.
Sader pronostica, sin embargo, que la vuelta al poder de la derecha será efímera en la mayoría de los países donde logró reposicionarse, y citó el caso del presidente argentino Mauricio Macri, quien a juzgar por los resultados prelectorales, se encamina a una casi segura derrota en las próximas elecciones.
El tema central es que esa política neoliberal tampoco conquista bases populares de apoyo, porque ni siquiera con todas las concesiones que hace al empresariado privado, logra que la economía crezca, explicó.
De acuerdo con Sader, en la primera época del neoliberalismo, a finales del siglo pasado, hubo una hiperinflación que los gobernantes trataban de controlar, y de alguna manera lo hicieron, pero ahora, dijo, no tienen nada que entregar.
Son un fracaso desde todo punto de vista, remarcó.
Londres, 18 de octubre 2019
Crónica Digital /PL