Los resultados económicos del primer trimestre en Chile fueron los más pobres desde comienzos de 2017, tal como auguraban analistas hace días y confirmados hoy con la publicación del Índicador Mensual de Actividad Económica (Imacec).
Así, en marzo último la economía chilena creció 1,9 por ciento, lo que sumado a los bajos reportes de enero y febrero, promediaron para el trimestre una expansión del producto interno bruto (PIB) de solo 1,8 por ciento, muy por debajo de las aspiraciones y cálculos del gobierno.
Los datos del Imacec aportados por el Banco Central volvieron a reportar una caída de la actividad minera, el principal sector económico del país, en esta ocasión del 2,1 por ciento, mientras que en los sectores no mineros crecieron 2,3, beneficiados esencialmente por los servicios.
Así, el sector de la minería lleva ya tres meses en números negativos, pues en enero registró una caída de 3,9 por ciento y en febrero de 7,8.
La pasada semana, las principales casas financieras habían pronosticado un crecimiento para marzo por debajo del dos por ciento, aunque manifestaron también la esperanza de que la situación mejore a medida que avance el año.
Sobre este tema, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, opinó que para que el PIB aumente lo deseado es necesario aprobar reformas que el gobierno considera básicas para el crecimiento económico, y que son sometidas a debate en diferentes comisiones del Congreso donde encuentran reticencias.
Sobre todo en la oposición algunas de esas propuestas son calificadas como un retroceso en materia de equidad y beneficios sociales y con un fuerte contenido neoliberal, por lo que su aprobación, en caso de ocurrir, puede demorar bastante.
Según Larrain, también influye la difícil coyuntura internacional, que pesa en una economía tan abierta como es la chilena, aunque consideró que el aumento de la inversión ayude la recuperación económica que el gobierno espera se vaya produciendo a medida que avance el año.
Santiago de Chile, 6 de mayo 2019
Crónica Digital /PL