Tras casi 20 años de espera, el grupo Orishas debutó por la puerta grande en Buenos Aires, donde un público cómplice deliró con cada una de sus interpretaciones, que conocían al dedillo, en un concierto mágico cargado de cubanía.
Lágrimas, emociones a flor de piel, sonrisas, la jocosidad de los músicos y ovaciones, se sintieron anoche en el capitalino teatro Flores, en el que Roldán, Yotuel y El Ruzzo se echaron en el bolsillo a unos admiradores que aguardaron con ansias este encuentro y que fueron recompensados con una velada en la que hubo de todo, desde canciones añejas hasta otras más nuevas.
Los acordes de Represent, esa pieza emblemática de este trío, abrieron lo que sería una velada de altos quilates, marcada por el único y original sonido de unos cantantes que llevaron a otro nivel la música urbana de su país.
El disco Gourmet, un gran ajiaco de sonidos curtidos desde las raíces criollas que los identifican, fue la excusa que los trajo a Argentina, un país en el que anhelaban cantar desde hace años. “Es un inmenso placer estar aquí”, dijo desde el escenario Yotuel, secundado por un aplauso cerrado.
En Gourmet los ganadores de dos Grammys tienen varios artistas invitados, entre ellos la mexicana Lila Downs, al colombiano Silvestre Dangond y los cubanos Yomil y El Dany y Jacob Forever.
Ya habían ofrecido un adelanto a la prensa el pasado año en los estudios de Sony Music Argentina y en esa ocasión prometieron regresar. Así lo cumplieron estos cubanos que por más de una hora y media trajeron las raíces de su isla bella a una Buenos Aires que los acogió con amor.
Roldán con su mágica y limpia voz, Yotuel con su energía y versatilidad, El Ruzzo con su rap, se entregaron al público, alteraron las letras de algunas canciones para referirse a Argentina, y regalaron “un buen bife de chorizo en tiempos de McDonalds musical”, como expresaron en su visita a este país en septiembre pasado al referirse a Gourmet.
Entre algunas canciones de su repertorio más antiguo, donde no faltaron A lo cubano y El Kilo, el grupo interpretó varias pegajosas piezas de su nuevo fonograma como Bembé, Sastre de tu amor y Havana 1957, que grabaron junto al gran pianista cubano Chucho Valdés y la española Beatriz Luego.
Para subir la parada, vendrían luego otras canciones como Orishas 537 y la tan esperada Cuba, isla bella, que interpretaron a todo pulmón con un público cómplice, que hizo por un momento conectar profundamente a Argentina con esa isla caribeña, con sus olores a caña de azúcar, a ron, a tabaco.
“Son ellos, no lo puedo creer, están aquí”, dijo a la Agencia Prensa Latina una joven fanática quien se acercó corriendo con celular en mano lo más cerca posible al escenario para verlos de cerca y capturarlos con su cámara.
Fue uno concierto de pura cubanía, en el cual a los músicos se les vio entregados, felices, en el que también sus admiradores, esos que escuchaban cada canción de Orishas en un compacto, pudieron disfrutar de su impecable sonido en vivo y en directo y desde ya esperan que la velada se repita pronto.
Por Maylín Vidal / Fotos: Harold Diaz
Buenos Aires, 6 de abril 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.