El criterio de algunos sectores sociales chilenos de que el aumento de la delincuencia en el país obedece a la mayor presencia de inmigrantes, parece desvanecerse hoy con datos aportados por el cuerpo de Carabineros.
El conservador diario La Tercera informó este viernes que de las 517 mil 938 detenciones hechas por carabineros en todo el país en 2018, solo correspondieron a extranjeros el 5,3 por ciento del total, por debajo incluso de la proporción que representan los inmigrantes en el conjunto de la población, ascendente al 6,6 por ciento.
A esto se suma que de las cinco causas de delitos en que se vieron involucrados extranjeros la mayoría se debe a la práctica del comercio ambulante clandestino, infracciones a la Ley de Alcoholes, a la de Extranjería y a la de Drogas y violencia intrafamiliar, que no están considerados entre los de mayor afectación a la sociedad chilena.
Por procedencia nacional la mayor cantidad de infractores son los peruanos, con el 21 por ciento de los casos, colombianos (15 por ciento), bolivianos (10), venezolanos (cinco) y haitianos (cuatro por ciento), que forman las cinco comunidades con mayor presencia en el país.
Daniel Johnson, director de la Fundación Paz Ciudadana, declaró a La Tercera que esas cifras se suman a otros estudios que analizan el fenómeno migratorio, y todos han dejado claro que no existe una relación causal entre criminalidad y migración.
Al respecto subrayó que “la población inmigrante en Chile comete menos delitos que los nacionales en términos absolutos y también relativos”.
Según los datos de Carabineros la cuarta parte de los extranjeros detenidos fue por comercio ambulante clandestino y, en ese sentido, el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, admitió que gran parte de los extranjeros aún no tienen su situación migratoria regularizada, por lo que se les hace muy complejo encontrar un trabajo estable.
Añadió que en muchos casos, agregó, esa dificultad es aprovechada por chilenos que los contratan para que vendan sus mercancías, pero cuando son detenidos alegan que no los conocen.
Para José Tomás Vicuña, director del Servicio Jesuita al Migrante, el comercio ambulante, más que un peligro para la sociedad es un medio de subsistencia y advirtió que las dificultades que padecen estas personas, ya sea para convalidar sus estudios o para obtener los documentos de residencia, provoca el mercado informal.
Asimismo pidió establecer una distinción entre lo que es un delito contra las personas y lo que es en definitiva un medio de subsistencia como el caso del comercio ilegal, o infracciones a la Ley de Extranjería.
Santiago de Chile, 29 de marzo 2019
Crónica Digital /PL