El asilo otorgado en Francia al exguerrillero Ricardo Palma, sentenciado en Chile en 1991 por el asesinado de un senador provocó el enfado del Gobierno y la alegría de un comité de refugio humanitario.
La airada reacción de la administración conservadora de Sebastián Piñera se hizo notar a través de una nota de protesta de la Cancillería y declaraciones el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
Chadwick fue ayudante del senador Jaime Guzmán, ideólogo de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y fundador de derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), base principal de la actual coalición en el poder Chile Vamos.
El Comité Chileno por el Refugio Humanitario de la Familia Palma Brzovic, aplaudió la decisión este viernes de la Oficina Francesa de Protección de los Refugiados y Apátridas (OFPRA).
Según la agrupación, reconocerles el estatuto de refugiados políticos a Silvia y a Ricardo, y a la hija y al hijo de ambos, “es una noticia que recibimos con alegría y satisfacción”.
Agradecemos la ponderación justa y objetiva de la OFPRA que los acoge bajo su protección jurídica y administrativa y celebramos la libertad que se abre para nuestros compañeros a partir de éste reconocimiento, dijo.
Precisó que además pone a fin a la persecución sostenida durante más de 20 años por la ultraderecha chilena, “particularmente la UDI, y para la cual utilizó sin empachos los recursos y el aparato del Estado”.
Pero el titular del Interior adelantó que solicitará a su par de Francia que “ejerciendo sus atribuciones pueda revocar esta decisión, con el propósito de que sean los tribunales de justicia franceses quienes determinen si acogen o no la extradición solicitada”.
Ricardo Palma, de 48 años y miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez está sentenciado a dos cadenas perpetuas y 30 años de prisión por el asesinato de Guzmán, el crimen de tres exagentes de la dictadura y el secuestro en 1991 de Cristián Edwards, del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards.
Agustín Edwards fue uno de los pilares en el apoyo a la dictadura pinochetista en Chile.
El abogado Alberto Espinosa, quien representó en Chile a Palma, señaló que “con este asilo político se acaba el proceso de extradición, ya no hay nada que pueda hacer el Estado chileno”.
“A los refugiados políticos les rige el principio de no devolución o non-refoulement, que prohíbe que una persona sea expulsada”, sentenció.
Santiago de Chile, 3 de noviembre 2018
Crónica Digital /PL