Existen cuatro epicentros diferentes, lo cual aumenta la complejidad del escenario actual: uno de ellos es un lugar de muy difícil acceso y eso también repercute de forma negativa a la hora de hacer llegar los medicamentos y la ayuda necesaria, detalló.
A ello se añade que cuatro trabajadores humanitarios fueron infectados, lo cual incrementa el riesgo de propagar la enfermedad de una manera muy rápida, precisó.
De acuerdo con Salama, la conectividad con la República del Congo -al otro lado del río Congo- y con República Centroafricana, país afectado por un conflicto interno, supone otro grave riesgo.
Para evitar la propagación se establecieron puntos de revisión y control a lo largo del río Congo, y en varias localidades se vacunan a las personas cercanas a los casos confirmados, detalló el representante de la OMS.
Esta campaña de vacunación contra el ébola, dirigida a quienes hayan podido estar expuestos a la enfermedad, ha sido bien aceptada en las comunidades y se espera continuar con más acciones de este tipo, ahondó.
Recientemente, la OMS liberó dos millones de dólares con el fin de apoyar la labor de su equipo sobre el terreno en la RDC, que asciende a unas 140 personas, de ellos 60 en Mbandaka.
El director general adjunto de la OMS, advirtió que nueve países de la zona están en alto riesgo debido a la enfermedad y ya se trabaja con ellos en su preparación ante la amenaza.
Salama destacó la respuesta de las autoridades locales de la RDC y las agencias humanitarias de la ONU, que colaboran estrechamente con la OMS.
El actual brote de cólera en la RDC es una prioridad para esta organización que monitorea muy de cerca lo que ocurre en ese país africano y sus alrededores.
La RDC ha sufrido 8 brotes anteriores de cólera, y el de 1995 fue uno de los más graves, con más de 200 muertes.
En esta ocasión, hasta la fecha el número de fallecidos no sobrepasa los 30 y existen unos nuevos 22 casos probables, de acuerdo con cifras de la OMS.
Naciones Unidas, 25 mayo 2018
Crónica Digital /PL