El Encargado del Laboratorio de Meteorología de la Universidad de Santiago de Chile, Álvaro Mauro, sostiene que a pesar de que la capital vive el otoño más seco desde 2014, la estación es altamente variable en términos de precipitaciones, por lo que considera que la situación es “normal”. En ese sentido, considera que no hay factores que hagan prever que los niveles de agua caída entre los meses de junio a agosto se vean perjudicados.
Solo 1,7 mm ha llovido en Santiago, la cifra más baja desde 2014, en que a la primera semana de mayo había precipitado 1,1 mm. Con estas cifras, la capital enfrentaría el otoño más seco de los últimos cuatro años.
Pese a que la situación genera preocupación, el Encargado del Laboratorio de Meteorología de la Universidad de Santiago, Álvaro Mauro, considera que la situación es “normal” para una estación altamente variable en términos de precipitaciones. En ese sentido, considera que esto se normalizará a principios de junio.
“No es para alarmarse ni decir que estamos en un periodo de sequía. Hay una estacionalidad seca, pero, en términos generales, se prevé que esto se regularice al término del otoño y la entrada del invierno”, sostiene.
A su juicio, esto se debe a que este año no se verá afectado por la magnitud del fenómeno de La Niña que afectó a los últimos cuatro años anteriores. De hecho, enfatiza que según el Boletín de Pronóstico Estacional, lo más probable es que este invierno sea neutro, lo que implicaría “que estamos entrando en una situación normal para la zona central”, explica.
El académico especifica que si en Santiago debiese llover en el orden de los 320 milímetros en el año, el invierno debiera aportar con el 60% de esa cantidad. Por lo tanto, asegura que solo en junio debiera precipitar entre 50 a 60 milímetros en Santiago.
“En la zona central debiésemos esperar una normalización de las precipitaciones hacia el invierno”, concluye.
Santiago de Chile, 11 de mayo 2018
Crónica Digital /usach.cl