Con ese propósito, la llamada Comisión del 8M convocó a esta inédita movilización bajo el lema Si nosotras paramos, se para el mundo, para denunciar la discriminación laboral, económica y social que sufren las féminas.
Comisiones Obreras (CC.OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT) -las dos mayores centrales españolas- cifraron en casi seis millones el número de participantes en los paros de dos horas por turno que pidieron realizar.
Otros gremios minoritarios como la Confederación General del Trabajo (CGT), que fueron más allá e instaron a secundar una huelga de 24 horas, valoraron como un éxito la medida de fuerza en sus cuatro vertientes: estudiantil, de cuidados, de consumo y laboral.
‘Cualquier previsión que tuviéramos ha sido sobrepasada por la realidad. Menos calladas, estamos haciendo absolutamente de todo’, afirmó a la prensa Pilar Castiñeira, secretaria de la Mujer de la CGT.
Como colofón de un día trascendental, centenares de miles de personas, en su mayoría mujeres, inundaron las calles de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Málaga o Sevilla, que quedaron teñidas de color malva (símbolo mundial del feminismo).
Según fuentes oficiales, la marcha en esta capital reunió a más de 170 mil asistentes, mientras en la principal urbe catalana, Barcelona, se congregaron unos 200 mil manifestantes que a gritos de viva la lucha feminista colmaron la amplia avenida del paseo de Gracia.
‘Apoyamos activamente la movilización feminista con paros parciales contra las desigualdades estructurales, las brechas de género y las violencias machistas, y como forma de visibilizar la precariedad laboral y social’, subrayaron en un manifiesto CC.OO. y UGT.
Las dos centrales obreras advirtieron contra lo que calificaron de pasividad del gobierno conservador de Mariano Rajoy en políticas de igualdad, así como frente a ‘la cronificación del desempleo femenino’.
En su manifiesto recordaron que 49 mujeres y ocho niños fueron asesinados en 2017 por violencia de género.
Además, denunciaron que en España haya dos millones de féminas desempleadas y que la diferencia salarial respecto a los hombres esté casi en seis mil euros menos al año.
Más temprano, cerca de un millar de periodistas se concentraron en la madrileña plaza de Callao en repudio a la injusticia laboral que padecen las mujeres en los medios de comunicación y para reivindicar un cambio en la estructura social actual.
El acoso sexual, la brecha salarial, la violencia de género y una cultura machista que perjudica la igualdad de oportunidades y los derechos de las mujeres estuvieron entre las razones alegadas por los convocantes para manifestarse este jueves.
Madrid, 8 de marzo 2018
Crónica Digital /PL