La inmediata paralización de las obras hoy en ejecución para construir nuevos edificios en altura en Estación Central, así como impedir el inicio de la construcción de obras, fueron los requerimientos principales de un recurso de protección contra el municipio local de que fue interpuesto en la Corte de Apelaciones de Santiago por organizaciones ciudadanas que rechazan la multiplicación descontrolada de los “guetos verticales”.
El recurso de protección fue interpuesto por Guadalupe Cerda Sepúlveda, presidenta del Comité de Defensa, Protección y Desarrollo de Estación Central, y por Alejandro Verdugo Reyes, en representación de la Agrupación de Defensa de los Barrios de la comuna. Ambas entidades fueron representadas por la abogada Alejandra Arriaza. Al Palacio de Tribunales concurrieron junto al ex Ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio Reyes, que asesoró a las organizaciones, junto con vecinos de la comuna.
Según explicó Arriaza, “interponemos una acción de protección, consagrada en el artículo 20 de la Constitución, en contra de la Municipalidad de Estación Central, por amenazar, perturbar y vulnerar las garantías constitucionales consagradas en el artículo 19, números 1, 8 y 24 de la Constitución, referidas al derecho a la vida e integridad física y psíquica, el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación y el derecho de propiedad”.
El ex Ministro Osorio explicó que “el Director de Obras de la Municipalidad de Estación Central, en el último periodo ha otorgado 75 permisos de edificación de edificios en altura y aprobado 30 anteproyectos de similares características. La altura de estos edificios en su mayoría es 30 a 38 pisos, los primeros contemplan más de 600 departamentos y los otros 1.815 departamentos, mientras que el número de estacionamientos proyectados alcanza apenas al 15% de los departamentos”.
Explicó que “la población de la comuna es de unos 120.000 habitantes y de construirse esas 105 construcciones en altura, se sumarán 57.882 nuevos departamentos, con lo cual podría aumentar la población en 230.000 mil personas. Esa explosión de crecimiento no puede ser soportada. Estación Central ya está sobrepoblada, existe gran congestión vial, ruidos molestos, colapso de los acueductos y servicios básicos”.
Guadalupe Cerda indicó que los permisos de edificación se otorgaron sin respetar las normas urbanísticas. “Se ha permitido que se estén construyendo en las inmediaciones de nuestras propiedades, afectando gravemente nuestro diario vivir. Existe alta congestión vial. Estamos expuestos al tránsito permanente de camiones de gran envergadura, grúas, y camiones mezcladores, que además se estacionan fuera de nuestras casas así como en las calzadas, impidiendo el libre tránsito nuestro. Por el tránsito y peso de los camiones y maquinaria pesada, las calles están con hoyos y muchas piedras y tierra”.
Agregó que “con los trabajos existe polvo en suspensión y muchísimo ruido, todo el día y todos los días, incluyendo los fines de semana. Las construcciones elevadas y por sobre lo permitido, no permiten que el sol ingrese a nuestros hogares, y debemos tener encendida la luz eléctrica en el día. Hemos perdido áreas verdes en la comuna, árboles y jardines. Al ser tan elevadas estas construcciones, se deben hacer grandes excavaciones para colocar cimientos, lo que ha provocado plagas de ratones e insectos en los hogares. También los vecinos han presentado enfermedades respiratorias, alergias y otras enfermedades que se derivan de la contaminación”.
Alejandro Verdugo explicó que “el valor de nuestras propiedades ha disminuido: a nadie le gusta vivir en un lugar donde no circule el aire, no llegue luz solar y exista congestión en todo sentido, incluyendo la dificultad para el acceso al transporte público, que es cada día más difícil, al igual que el uso de vehículos particulares, por la existencia de numerosos vehículos estacionados en calles y veredas. Hemos debido enfrentar problemas con los acueductos y desagües, ya que no resisten la cantidad de departamentos y de habitantes en la comuna. Enfrentamos constantes malos olores y proliferación de basura, todo lo cual es una amenaza directa para nuestra salud. Muchas y muchos vecinos padecen de crisis de angustia, desvelo y depresión. Pero siguen construyendo cada día, el daño se agrava y los efectos pueden ser irreparables”.
Santiago de Chile, 8 de noviembre 2017
Crónica Digital