La llamada del jefe de la diplomacia rusa se produjo luego de que el gobierno estadounidense ordenara el cierre, antes del 2 de septiembre, de la sede diplomática del país euroasiático en la mencionada ciudad del estado de California, así como otras dos oficinas, una en la capital y otra en Nueva York.
Según el texto difundido por las autoridades rusas, Tillerson se comunicó con Lavrov para adelantarle la decisión de la Casa Blanca antes de que se hiciera pública.
Múltiples reportes indican que esta decisión de la administración del presidente Donald Trump surge como respuesta al mandato del Kremlin en julio pasado a Estados Unidos de reducir en 755 personas el número de funcionarios y colaboradores en Rusia.
Mientras, este último dictamen del gobierno ruso constituyó una contramedida a las nuevas sanciones económicas aprobadas recientemente por el Congreso de la nación norteña contra Rusia, por una supuesta injerencia en las elecciones estadounidenses de 2016, acusasiones infundadas aún sin demostrar.
Moscú, 31 de agosto 2017
Crónica Digital /PL