El ex Vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, señaló al diario “El Nuevo Herald” que “Chile está inspirando al mundo con una expansión significativa de la energía solar, más rápido que cualquier otro país en el planeta”. Lo hizo en el marco de una actividad promocional de su segundo documental “Una secuela incómoda: la verdad al poder”, que al igual que “Una verdad incómoda” alerta sobre el calentamiento global y sus efectos sobre la sustentabilidad.
El Premio Nobel de la Paz destacó que Chile ha pasado de tener 11 MW (megawatts) en el año 2013 a 850 MW en el 2015 y, agregó también, que Chile está en proceso de añadir 13,3 GW de capacidad. Añadió que el Estado de Florida, donde concedió la entrevista, “podría imitar este progreso con la misma rapidez, lo que llevaría no sólo a reducir las facturas de la electricidad, sino también a generar empleos”. En su nuevo documental “Una secuela incómoda” se destaca precisamente el ejemplo de Chile en materia de la multiplicación de las energías renovables.
Las evidencias muestran en forma incuestionable el gigantesco crecimiento de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) en Chile, y el enorme beneficio que ello representará para el país, así como el papel determinante del Ministerio de Bienes Nacionales en este salto adelante registrado en el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y en el período que me correspondió asumir la conducción de la Secretaría de Estado.
Todos los reportes sobre el estado de avance de la inversión en energías renovables apuntan en la misma dirección.
Un reporte de BBVA Research en agosto de 2016 estableció que Chile ha llegado ser “el cuarto país más atractivo para el desarrollo” de energías renovables y “el décimo donde más se está invirtiendo a nivel mundial”. Además, manifestó que “el sector de la energía lidera la inversión privada” y es el tercero en el monto de inversión.
En diciembre de 2016, el New Energy Finance Climatescope elaborado por Bloomberg junto al Banco Interamericano de Desarrollo mostró que Chile ocupa el primer lugar en inversión en energías renovables. El índice compara la competitividad de 58 naciones emergentes en materia de inversión en energías limpias, y es una herramienta que es elaborada con el respaldo de los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido. En la primera medición en 2014, Chile ocupó el quinto lugar a nivel latinoamericano. En el ranking global, en la edición del año pasado fue superado solo por China.
Según un informe publicado en febrero pasado por el Banco Mundial, Chile se ubicó a la cabeza del listado de países líderes en el desarrollo de energías sustentables en la región. El RISE (“Regulatory Indicators for Sustainable Energy”), otorgó a Chile una puntuación promedio de 76 (de 100), ubicándolo “en el primer lugar de Sudamérica, segundo de Latinoamérica, después de México, y 29 en el mundo”.
En abril, el diario “The Washington Post” publicó una crónica en el que señalaba que Chile se ha transformado en la “Arabia Saudita de la Energía Solar”. Indicaba que la producción de energía solar se ha multiplicado por seis desde 2014, y que el año pasado fue el principal productor de energías limpias en América y el segundo de todo el planeta.
El último reporte de mayo de la consultora internacional EY sobre los cuarenta países con mejores oportunidades en el desarrollo de las ERNC (“Renewable Energy Country Attractiveness Index”), una vez más colocó a Chile en el liderazgo del sector a nivel de América Latina, al tiempo que lo posiciona en el sexto lugar del listado mundial, que lideran grandes mercados como China, India y Estados Unidos.
En el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, el sector energético ha liderado las inversiones, con más de US$ 16.000 millones acumulados hasta la fecha, de los cuales la mayor parte son proyectos de centrales de ERNC. Las proyecciones a 2021 muestran que habrá inversiones adicionales por más de US$ 11.000 millones.
En marzo de 2014, cuando se inició la actual Administración, había 28 centrales en construcción, con inversiones por US$ 5.900 millones, de las cuales un 34% era ERNC. Hoy existen 39 centrales en construcción, con inversiones por US$ 7.700 millones, de las cuales el 80% son energías renovables.
Otro dato fundamental son los resultados de la última licitación de suministro para las distribuidoras, donde los proyectos de ERNC se adjudicaron el 52% de la subasta, lo que según la Asociación Chilena de Energías Renovables le ha entregado “la posibilidad a los consumidores finales de ahorrarse sobre 1.800 MUS$, sólo por la participación de las ERNC en esta licitación”.
Según los antecedentes oficiales, los proyectos de energía solar pasaron desde uno en 2012 a 21 en 2016. Este año hay siete nuevos proyectos funcionando y 12 en la etapa de pruebas. Al 2017 sumarán una potencia bruta de 1.826,8 MW.
Sin ninguna duda, la gestión que realizamos en el Ministerio de Bienes Nacionales fue clave para impulsar la multiplicación de los proyectos de Energías Renovables. Hasta octubre de 2016 se habían otorgado 220 concesiones de uso para proyectos de este tipo, representando un total de 51.428 hectáreas de propiedad fiscal. El total de las inversiones comprometidas en esos proyectos asciende a USD miles 17.628.943.
La mayoría de los terrenos en los cuales se han ubicado los proyectos de energía solar son de propiedad fiscal entregados por el Ministerio de Bienes Nacionales, llegando a que el 77 por ciento de los MW operando se encuentran en terreno fiscal.
En agosto de 2014, en los primeros meses del Gobierno de la Presidenta Bachelet, en conferencia de prensa conjunta con el entonces Ministro de Energía, Máximo Pacheco, señalamos que “el desarrollo creciente de proyectos de ERNC es expresión de una voluntad política”. Explicamos que “hemos tomado medidas para agilizar los procesos de concesiones onerosas desde el punto de vista de la administración del Estado, de modo que los proyectos de inversión de esta naturaleza puedan cursar”.
En los próximos estará por verse sin el país escogerá que esa voluntad política pueda seguir desarrollándose y profundizarse, para un futuro más sustentable, o si se optará por un salto atrás.
Por Víctor Osorio Reyes
Ex Ministro de Bienes Nacionales