Los científicos habían asumido durante años que el interior de la Luna se había reducido de agua y otros compuestos volátiles.
Eso comenzó a cambiar en 2008, cuando un equipo de investigación detectó pequeñas cantidades de agua en algunas de las cuentas de vidrio volcánicas traídas a la Tierra de las misiones Apolo 15 y 17 a la Luna.
La pregunta clave es si esas muestras de Apolo representan las condiciones masivas del interior lunar, o regiones inusuales, o tal vez anómalas ricas en agua dentro de un manto seco, reflexionó Ralph Milliken, profesor de la Universidad de Brown y autor principal de la investigación.
El especialista aseguró que el hecho de que casi todas exhiban huellas de agua sugiere que dichas muestras no son anormales, por lo que puede ser que el interior masivo de la Luna esté húmedo.
Washington, 25 julio 2017
Crónica Digital /PL