La mayor parte de los daños ocurridos en 2016 sucedieron en la zona más septentrional del ecosistema, el cual escapó con deterioros menores en dos eventos anteriores de blanqueo en 1998 y 2002, señaló el profesor australiano Terry Hughes.
Sin embargo, dos tercios del sur del arrecife no están tan dañados. En promedio, el seis por ciento de los corales blanqueados murió en la región central en 2016, y sólo el uno por ciento en el sur.
Otra área a salvo se encuentra en la esquina norteña fuera de la costa del parque marino de la gran barrera, donde la pérdida era más baja que en los otros arrecifes del norte.
Los científicos esperan que la región norte tarde al menos de 10 a 15 años en rescatar los corales perdidos. Empero les preocupa que un cuarto episodio de blanqueo pueda ocurrir más pronto e interrumpir la lenta recuperación.
Camberra, 30 de noviembre 2016
Crónica Digital / PL