Como parte del convenio, la jefa de los unionistas norirlandeses reveló a la prensa que el Gobierno entregará un paquete de inversión de 1135 millones de euros a Irlanda del Norte a cambio del apoyo parlamentario de su agrupación para aprobar legislaciones específicas.
Foster añadió que el acuerdo reportará un monto total de poco más de mil 700 millones de euros, pues la nueva cantidad acordada se suma a 570 millones que ya fueron destinados anteriormente a esa nación del Reino Unido.
La política resaltó que parte del trato incluye el compromiso del Gobierno de mantener las garantías sobre el incremento de las pensiones, así como los subsidios energéticos para los ancianos de ese territorio.
Por su parte May subrayó al momento de la rúbrica en la sede del Ejecutivo ‘los valores compartidos’ de ambas formaciones, así como ‘el deseo de ver la prosperidad y reforzar la unión’ del país.
De igual forma, la mandataria se refirió a los intereses comunes de las dos organizaciones políticas por asegurar una administración fuerte, capaz de impulsar su programa y afrontar con firmeza las negociaciones de la salida del país de la Unión Europa, más conocida como Brexit.
Este pacto no llega sin polémica, pues desde su anuncio hace varias semanas, numerosas voces de la oposición se pronunciaron en su contra, alegando los valores ultraconservadores y ultranacionalistas del DUP.
Varios analistas consideran que con esta alianza, los unionistas norirlandeses vuelven a ubicarse en el centro de la política británica, luego de que en los últimos años perdieran su hegemonía en Irlanda del Norte, debido al ascenso del partido de izquierda Sinn Fein.
Londres, 26 de junio 2017
Crónica Digital /PL