De acuerdo con los reportes, basados en partes médicos, numerosos heridos de la más reciente de las embestidas aéreas se encuentran en estado grave, por lo que la cifra de occisos podría aumentar.
Los bombardeos también provocaron enormes daños materiales en residencias y la destrucción de una panadería en el centro de la localidad.
El propio gobierno sirio denunció en reiteradas ocasiones ante Naciones Unidas que la Coalición Internacional, encabezada por Estados Unidos, masacró con sus ataques aéreos a cientos de pobladores en provincias de este país como Raqqa y Deir Ezzor, entre otras.
Por otro lado, pobladores de la norteña provincia de Hassakeh informaron que helicópteros estadounidenses trasladaron a integrantes del grupo terrorista Estado Islámico o Daesh de varias localidades en la frontera sirio iraquí.
También denunciaron que las fuerzas norteamericanas transportan con frecuencia a los extremistas de Daesh de la prisión central en la ciudad de Hassakeh a su base, situada junto al pueblo de Abu Hajar, en el este de Siria.
De acuerdo con activistas civiles, los estadounidenses planean convertir esa cárcel en una base a su servicio y en un campo de entrenamiento de extremistas con el objetivo de adiestrarlos militarmente para que combatan contra el ejército sirio.
En el recinto carcelario se encuentran actualmente más de un centenar de terroristas, la mayoría de los cuales son extranjeros.
Damasco, 22 febrero 2018
Crónica Digital /PL