Aquí como en muchas otras áreas de la vida, se trata de buena o mala política, buenos o malos políticos, funcionarios, legisladores, así como hay buenos o malos médicos, o gerentes, o profesores u otros profesionales, como los carpinteros o periodistas.
Y la ocasión electoral es una forma democrática de los ciudadanos de expresar el rechazo, hacer valer la opinión, el reclamo, y discernir entre buenas y malas políticas. Y repudiar a los malos políticos, a los corruptos, y a los que defienden intereses espurios o francamente delictuales o se ponen de lado de los grupos de poder ajenos a la voluntad de los ciudadanos, engañando a sus votantes y a la sociedad en general o solo movidos por las urgencias electorales.
Por lo menos ese es el objetivo que deberían tener los críticos, los descontentos con el estado de cosas y que aspiran, luchan, sueñan, demandan, un cambio en la situación. Ejercer, por lo tanto, el derecho a decidir, a elegir y castigar a los malos elementos que degradan la política y la corrompen. Y ello en defensa de la democracia, de su profundización y su ampliación.
Sin duda alguna hay que saber elegir.
Y además ser capaces de organizarse, de sumar fuerzas, de hacerse militantes de los cambios, de la esperanza.
Mal hacen entonces, y desde luego contribuyen a las aviesas intenciones de los enemigos de la democracia, aquellos que parecen destinar sus esfuerzos y tribunas, su prédica, sus municiones, a disparar desde la relativamente fácil (en este tiempo) trinchera del francotirador que equivocan lamentablemente al enemigo.
Hoy por hoy dignificar la política es una tarea indispensable y tampoco puede parecer oportuno, que algunos digan que no es la hora de la crítica, dadas las urgencias electorales.
Precisamente es el momento de ejercer el arma de la critica y como elemento central de la discusión electoral.. ¡Si nó cuándo?.El momento es decisivo.
Si no lo hacemos corremos el riesgo de instalar pesimismo como sistema, del derrotismo como táctica y la inacción como conducta y dejarle el campo libre tanto a los corruptos, como s quienes equivocan el camino y el enemigo.
Pero si nos quedamos solo en ella-la critica sin perspectiva-crearemos los monstruos del populismo, los caudillos y los dictadores, que se nutren de los individuos a los cuales se les ha inoculado –por los medios, el miedo, el terror y la violencia criminal- el virus de un pretendido apoliticismo, que solo le sirve a los dueños del dinero y del poder, la Derecha, para destruir la voluntad y la facultad de elegir.
Pinochet y la Derecha cómplice de sus crímenes y de la tortura- hicieron de la descalificación de los “señores políticos”, un argumento y arma abrumadora de su Guerra sicológica, a través de todos los medios, y de asesinato de los demócratas, esperando modelar una o varias generaciones de ciudadanos que se negaran a participar en el acto ciudadano y responsable de elegir, un fundamento esencial de la democracia e incluso hasta de aspirar a soñar con un futuro mejor de hombres libres y responsables en una sociedad mas justa
Ese fue el mecanismo brutal de la dictadura militar derechista, de Pinochet y de los empresarios durante 17 años, regando de sangre le geografía del país y para imponer un modelo económico y enclaves autoritarios en la institucionalidad y en el Estado y la sociedad que aún perduran.
Y es lamentable que personas que se precian de progresistas contribuyan a desmoronar las esperanzas.
Destruir la capacidad y derecho de participar en que las cosas cambien es la peor consecuencia de la aniquilación de la política, de una desafección de la democracia, del sentido de desarrollo de la humanidad, mediante la acción consciente de los ciudadanos.
La visión apocalíptica de la realidad política de hoy no ayuda precisamente a la necesidad de encarar las dificultades y concentrarse en avanzar, en derrotar no solo la corrupción, sino que también la agresividad de una Derecha que busca cobrarse una deuda contra el pueblo, la de haberlos derrotado en la arena política y haberlos enjuiciado por sus crímenes.
La rebeldía ante la injusticia, ante el descaro de los poderosos, ante la explotación debe convertirse en un instrumento para conducir las demandas sociales, la lucha por un futuro mejor, para ejercitar la crítica y plantear las demandas.
Nunca en una trampa para demoler, defraudar el espíritu de lucha, sembrar la apatía sistémica, el desencanto
El objetivo final no será simplemente ganar una elección, elegir a un diputado ni aún a un presidente o presidenta, que hoy es la tarea del día. Va mas allá de una circunstancia coyuntural de la historia o del orgullo militante, del brindis por el triunfo o del esfuerzo cotidiano, casa por casa, conciencia por conciencia.
Esto es parte de un aprendizaje, de una experiencia notable en que todos somos protagonistas de la historia de una humanidad que aprende, avanza, se desarrolla, y nos trae nuevas preguntas y nuevas metas a cumplir.
De esta magnitud es el desafío que los chilenos tienen ante si. Y por ello, no aceptamos que se nos pretenda poner ante un precipicio de desconfianza en la capacidad de los ciudadanos de discernir entre los políticos decentes y los corruptos, y de aceptar una visión apocalíptica, pesimista y sin perspectiva del escenario político nacional.
La único cierto es que tenemos complejas tareas ciudadanas por delante, donde lo que cabe es, en lo fundamental, construir ciudadanía, fortalecer y ampliar la democracia y derrotar a la Derecha, junto con la determinación de dignificar la política, de darle un sentido ético profundo.
Por Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Santiago de Chile, 5 de junio 2017
Crónica Digital
El ir o no a votar no hace la diferencia y el sutil reclamo de votar blanco ó rayar no es anestesia suficiente
para calmar la molestia de la corrupción desmedida y transversal en la mesa actual y preguntarse que quienes son los ladrones y corruptos ,demasiados y cada día unos cuantos nuevos , demanda que se tomen medidas de cirugía como ej. en los pacos ,milicos , comerciantes , políticos variopintos , SII , codelco , justicia a la medida ,pero las instituciones NO funcionan y si no es el apocalipsis , se ve su luz al fondo del tunel y hay que apagarla a como sea ! y ahora ,sinó ,cuándo ? como usted dice.