A través del secretario de Defensa, James Mattis, el mandatario delegó la autoridad de aprobar operaciones en Yemen al general Joseph Votel, jefe del Comando Central.
Como resultado se aplicó una postura más agresiva durante el jueves y viernes, cuando se lanzaron 30 ataques contra blancos de una filial de Al Qaeda en el país del Oriente Medio.
En las naciones con mayor presencia militar estadounidense como Siria e Iraq, los comandantes ya podían ordenar por su cuenta ataques aéreos y otras acciones, pero en lugares como Yemen debían esperar por el permiso presidencial, precisó el portal The Hill.
No está claro aún cuán amplias son las nuevas libertades y los funcionarios del Departamento de Defensa no discutieron hasta cuándo se prolongará su aplicación.
El objetivo es sorprender al enemigo con la guardia baja, lo hemos logrado en las últimas dos noches con estos ataques, manifestó al Washington Examiner el portavoz del Pentágono Jeff Davis.
De acuerdo con el vocero, el presidente concedió la nueva autoridad al mismo tiempo que aprobó la misión de operaciones especiales ejecutada el 29 de enero último, cuando murió el soldado William Ryan Owens.
La Casa Blanca anunció esta semana que el Pentágono realizará una investigación sobre el fallecimiento de Owens, así como sobre las bajas civiles causadas en el operativo y los daños a un helicóptero norteamericano. Bill Owens, padre del soldado fallecido, pidió una pesquisa independiente sobre la toma de decisiones que llevó a ejecutar el ataque, una operación que calificó de estúpida y precipitada.
Washington, 4 marzo 2017
Crónica Digital /PL