El debate en torno al reajuste continuará el próximo miércoles 2 de noviembre, tras la postergación de la votación al no haber una mejora al 3,2% ofrecido por el ministerio de Hacienda a los trabajadores organizados en torno a la mesa del sector público.
En ese contexto, el diputado Daniel Núñez reafirmó que la bancada del Partido Comunista y la Izquierda Ciudadana rechazará el guarismo al considerarlo insuficiente y lejano de las pretensiones de los trabajadores.
“Hemos tenido un nuevo error del ministerio de Hacienda, porque la verdad ya fue un error presentar este proyecto con las cifras mezquinas y se comete un nuevo error al traerlo del Senado sin hacerle ninguna modificación. Eso quiere decir que el Gobierno no escuchó a la Cámara de Diputados, no escuchó a la ciudadanía y desde ese punto de vista, la votación a la que se enfrenta el próximo día miércoles es muy adversa”, sostuvo.
El diputado por la región de Coquimbo señaló que “hemos pedido que hayan cambios sustantivos. Pensamos que haciendo un esfuerzo, hay un espacio para mejorar la propuesta. El Gobierno tiene que aprovechar este fin de semana largo para reflexionar, buscar a las organizaciones sindicales y retomar el diálogo para mejorar la propuesta, el mismo día miércoles o en la comisión mixta”.
Por su parte, el diputado Lautaro Carmona, miembro de la comisión de Trabajo de la Cámara, explicó que en el reajuste no sólo está en juego mantener el poder adquisitivo, sino que hacer parte a los trabajadores del crecimiento económico alcanzado por el país.
“Los trabajadores están pidiendo primero mantener su poder adquisitivo. Pero un segundo factor, que está en las conversaciones del sector privado y en todo tipo de negociación, es compartir la expectativa de crecimiento del país. El crecimiento, si bien es menor a otros tiempos, es crecimiento al fin y al cabo. Está anunciado en un 1,7% de crecimiento y eso se debe compartir con los trabajadores”, afirmó Carmona.
El diputado por la región de Atacama agregó que además se debe avanzar en terminar con las brechas salariales en nuestro país. “Cualquier número proporcional es evidente que impacta más a los grandes ingresos que a los bajos ingresos. Entonces hay que replantearse la escala en una distribución distinta. Eso significa que hay que acortar la brecha entre los mayores ingresos, respecto de los menores ingresos. Nosotros hemos dicho que los mayores ingresos, partiendo por los ingresos de los parlamentarios, deben bajar en al menos un 30%. Eso deja liberado un fondo que permite reasignarlo entre los trabajadores del sector público”, concluyó.
Santiago de Chile, 28 de octubre 2016
Crónica Digital