Sujeto le gritó “maricón de mierda” a Rolando Jiménez y se abalanzó sobre él para golpearlo, lo que dio lugar a un forcejeo de varios minutos. Movilh responsabiliza a Turbus por su total falta de ayuda frente al atropello.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció que hoy miércoles, a eso de las 6:55 A.M, el dirigente Rolando Jiménez, fue agredido física y verbalmente en razón de su orientación sexual por un sujeto en la zona de Turbus del Terminal de Buses, en Santiago.
El ataque ocurrió cuando Jiménez esperaba a otros activistas con quienes viajaría al Congreso Nacional para hacer gestiones a favor de la Ley de Identidad de Género y el Matrimonio Igualitario.
Al pasar por el lado de Jiménez, el sujeto le gritó “homosexual, maricón de mierda” y se acercó para abalanzarse sobre el activista, empujándolo. Ante ello, Jiménez lo contuvo y el sujeto salió corriendo.
El presidente del Movilh, Ramón Gómez, añadió que “la situación no terminó ahí, pues cuando llegamos al terminal, y luego de que Rolando nos contará lo sucedido, el sujeto volvió a aparecer, insultándolo a viva voz y con nuevos intentos de abalanzarse sobre él, lo que dio paso a forcejeos de al menos dos minutos.
Explicó que, en este contexto, “fuimos a buscar guardias, pero ninguno estaba cerca. Solicitamos ayuda al personal de Turbus, pero dijeron que nada podía hacer. Por ello decidimos llamar a Carabineros, pero al estar marcando el número no pudimos seguir reteniendo al sujeto y éste arrancó. Luego de ello aparecieron dos guardias, que sin ofrecer ayuda, se limitaron a decir que nada podían hacer, porque el agresor ya se había arrancado”.
Para Jiménez, “estas situaciones son las que viven a diario a muchas personas que recurren a nosotros buscando ayuda, y que en la mayoría de las ocasiones nunca se alcanza justicia, porque a los ojos de la ley estos hechos son apenas agresiones leves, pese a estar motivados por homofobia, mientras que casi nunca es posible dar con la identidad de los victimarios, como ocurre en este caso”.
Añadió que “lo vivido fue un momento muy desagradable, que daña la dignidad humana. Esto nos lleva a recordar que estos hechos son cotidianos y que las instituciones responsables de ayudar a las personas, en este caso Turbus, se lavan literalmente las manos”.
“Lo decimos con todas sus letras. Turbus es un peligro para la calidad de vida de las personas, en tanto no las orienta y no las asistes frente a delitos o abusos flagrantes que ocurren en el mismo espacio que ocupan en los terminales para ofrecer sus servicios. En sólo seis meses recibimos denuncias de dos personas que fueron agredidas en razón de su orientación sexual por trabajadores de Turbus y hoy, nos enfrentamos a que no ayudan frente a los ataques de terceros. Esta empresa, a estas alturas, debe disculpas públicas a la población LGBTI como conjunto.”, dijo Jiménez.
Santiago de Chile, 11 de mayo 2016
Crónica Digital