El grueso de voluntarios de INJUV se desplegó en la comuna de Choapa, donde han cumplido un rol fundamental en el apoyo emocional a quienes perdieron sus viviendas con el terremoto del 16 de septiembre.
Canela fue la comuna del epicentro del terremoto de 8,4 grados que afectó a la Región el pasado 16 de septiembre. Esta es una zona que poco a poco comienza a levantarse y que cuenta hoy con el apoyo de voluntarios y voluntarias que INJUV coordinó desde las regiones de Valparaíso, Coquimbo y Santiago.
El viernes 25 de septiembre llegó el primer grupo de jóvenes, quienes se pusieron a disposición del Municipio y Ejército para realizar labores de remoción de escombros, contención emocional y ahora la nivelación de suelos para la instalación de viviendas de emergencia.
El Director Regional del INJUV, Sebastián Orellana, comentó que ha sido fundamental la labor conjunta con otros organismos de Gobierno, como el caso de la Seremía de Salud, que realizó una inducción y se preocupó de las vacunas para los voluntarios. Además indicó que “los voluntarios han trabajado de manera bastante ordenada, ya que la idea siempre ha sido estar bajo la coordinación del COE (Comité de Operaciones de Emergencia) y poder colaborar lo más posible en lo que se requiera, tanto en tareas físicas como de apoyo a las familias afectadas por el sismo”.
El alcalde de Canela, Bernardo Leyton, destacó el apoyo recibido en diversas localidades donde abundan las viviendas con daños. “Los voluntarios del Instituto Nacional de la Juventud han andado muy bien, hay un trabajo coordinado con los efectivos del Ejército, tanto en las etapas de limpieza, contención psico-social y en labores de demolición, de hecho el día de hoy en Mincha Norte están demoliendo una casa que está con peligro de derrumbe y que está detrás de la posta, por lo tanto estamos solucionando varios temas”, señaló el jefe comunal.
AYUDA EN TERRENO
La señora María Gabriela Miño es una de las canelinas que tiene su vivienda a punto de derrumbarse tras el terremoto y constantes réplicas. Además sufrió un accidente por la caída de una pared y está afectada en su movilidad. Hasta su casa llegó un grupo de jóvenes del INJUV para acompañarla y colaborar en el retiro de material.
“Gracias a Dios llegaron estos niños tan buenos, es excelente su motivación, son un alma de Dios porque hacen las cosas con tanta voluntad y cariño que emocionan, espero que Dios les de mucha fuerza, mucha salud y que sean unos grandes profesionales, son gente que hacen esto con cariño y sin ningún interés”, contó la afectada.
En tanto, Camila Hernández, voluntaria que llegó desde la Quinta Región, resaltó la actitud del voluntariado; “ha sido impresionante como se despliega la juventud en términos de trabajos voluntarios, vienen muchas personas a ayudar en estos momentos y eso da buenas señales en cuanto al cambio generacional que se viene en unos años más. Son personas que tienen un sentido de aporte a la sociedad y que no se refleje tanto ese individualismo que nosotros tanto criticamos”.
Los grupos que se dividieron en dos campamentos continuarán en la comuna al menos hasta este fin de semana, aunque no se descarta que se podría extender su visita si es requerido por la autoridad local.
Santiago de Chile, 1 de octubre 2015
Crónica Digital