El investigador Dr. Fernando Estenssoro, reitera que el pronunciamiento que hará mañana la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, “tiene que ver con si se declara o no competente para analizar el reclamo boliviano y no con el fondo del asunto”. Añade que, “por lo mismo, si ese tribunal asume que sí puede intervenir, recién iniciaría el proceso”. Complementa el experto que la jurisprudencia internacional favorece a nuestro país, puesto que Chile posee argumentos sólidos que invalidan la pretensión del gobierno de Evo Morales para dejar sin efecto el Tratado de 1904.
Mañana (jueves 24), la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dará a conocer su posición respecto de si declara o no competente para analizar la demanda marítima interpuesta por Bolivia en contra de nuestro país.
Para el investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago, Dr. Fernando Estenssoro, el carácter político que tiene la CIJ de La Haya, puede repercutir en la decisión que adopte.
Agrega que esa Corte debiese apegarse al derecho de forma irrestricta, por lo que tendría que fallar a favor de Chile, pero “hay que pensar en la sociología de las instituciones, que hace que siempre estén tratando de abarcar más temas que para cuales fueron originalmente convocadas. Vale decir, el asunto es una lotería”.
Lo que está en juego
Tres son los posibles escenarios, tras el dictamen de La Haya. Primero, que la CIJ se declare incompetente, y ponga fin a cualquier tipo de litigio en la materia; segundo, que acepte la tesis boliviana y abra paso a juzgar el tema de fondo y, tercero, que espere escuchar los argumentos de fondo, para tomar una decisión definitiva.
Sin embargo, para el Dr. Estenssoro, si la Corte de La Haya da curso a la demanda de fondo (atender los argumentos bolivianos para abandonar su situación de mediterraneidad), la débil sustancia de sus fundamentos no podría prosperar.
Añade el experto que “el planteamiento jurídico de Bolivia para llevar a Chile a la Haya es muy ingenioso, pero una falacia”.
El investigador le resta validez al llamado ‘derecho expectaticio’ que argumenta la demanda del gobierno boliviano, el que consistiría en ‘ofertas’ realizadas por nuestro país, que nunca se concretaron y que -supuestamente- pudieron haber dado solución a su tema marítimo (el que, desde la perspectiva jurídica, está superado por el acuerdo entre ambos países, hace más de un siglo).
El Tratado de 1904, suscrito por Chile y Bolivia -que establece de forma taxativa los límites entre ambas naciones- y la imposibilidad de tratar disputas en la CIJ anteriores a la firma del Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (‘Pacto de Bogotá’, de 1948), hacen poco probable que la corte falle en contra de nuestro país. De hacerlo, estaría pasando por sobre el Tratado de comienzos del siglo pasado.
El investigador estima que “si fuéramos a un juicio y la corte resolviera en favor de Bolivia, se podría producir un trastorno a nivel internacional, porque tendrían que comenzar a revisarse todos los tratados existentes en el planeta”.
El trasfondo
El Dr. Estenssoro resume que más que pensar en obtener un buen resultado en La Haya, la estrategia boliviana consiste en causar el mayor ruido a nivel mundial. Es decir, “generar una opinión pública favorable a su postura”.
“Lo que ellos están tratando de buscar, es dejar a Chile como el pesado del curso, lo que constituye, más bien, una táctica mediática”, explica el investigador.
Especifica que, de esa manera, apunta también a solidificar un sentimiento nacionalista al interior de Bolivia, pues no se condice con un país que quiere encontrar una solución consensuada a través del diálogo.
“Es imposible que de esa forma Bolivia consiga algo de Chile, independiente del gobierno de turno. Por eso, para que Bolivia obtenga una salida al mar, tiene que sentarse a negociar con Chile y no con el mundo”, concluye el experto.
Santiago de Chile, 23 de septiembre 2015
Crónica Digital