Desde el 11 de junio Chile vivirá una suerte de parálisis cíclica cada vez que el seleccionado nacional de fútbol juegue en la Copa América, un largo torneo que concluirá el 4 de julio.
Si con el mundial de Brasil 2014, la Roja apenas llegó a octavos de final y fue recibida con honores en el Palacio de La Moneda, cualquier pronóstico de lo que puede ocurrir en la cita continental puede quedarse a medias.
Ya la campaña en torno al equipo en tierras brasileñas contó con un sinnúmero de arengas, incluyendo la utilización de la figura de Iván Bam Bam Zamorano y el tema del rescate de los mineros en 2010 como prueba del valor de los chilenos.
Chile quedó encuadrado en el grupo A de la primera fase del certamen. Debutará el 11 de junio contra Ecuador; el día 15 ante México y el 19 frente a Bolivia, todos los partidos en el estadio Nacional capitalino.
El ambiente previo a la Copa América aumenta de temperatura en la medida en que se acerca la competición y el primero en transmitir entusiasmo es Jorge Sampaoli, el argentino que lleva las riendas de la Roja.
“Chile va jugar con 11 kamikazes. 11 fanáticos que se jueguen la vida por la camiseta. Tenemos que jugar como cuando Chile con Bielsa (Marcelo) le ganó a Argentina y su técnico dijo que parecían 15″, comentó Sampaoli.
En una de sus frecuentes declaraciones a la prensa en estos días, repitió la idea de que las motivaciones son de todo un país y eso se va a sentir en la liza.
Para no quedarse atrás, el mediocampista Arturo Vidal, exultante en estos momentos por acceder a su primera final de Champions League de la Juventus contra el Barcelona, aseguró a la televisión local que Chile será uno de los más fuertes.
No sé si va a ser campeón, pero va a pelear la Copa América hasta más no poder. No hay que decir que vamos a ser campeones porque puede pasar cualquier cosa, pero vamos a dejar todo en la cancha, remarcó Vidal.
Aunque los hinchas no esconden sus emociones, conocedores del balompié admiten que la tarea de llegar a la final del 4 de julio será harto difícil. Brasil y Colombia son elencos temerarios, en tanto la garra charrúa de Uruguay es respetable.
Sin embargo, todas las miradas se depositan en Argentina, con una plantilla de fantasía encabezada por Lionel Messi, y el apoyo nada menos que de Sergio Kun Aguero, Carlos Tévez, Angel Di María, Javier Mascherano, Gonzalo Higuaín y Javier Pastore.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 21 de mayo 2015
Crónica Digital/ PL