Aunque las autoridades de Chile se esmeran por demostrar que el país sudamericano conserva intacta su fama de tranquilo y apacible, los últimos tres meses dejaron ver lo contrario.
Tampoco es Santiago de Chile una capital violenta en comparación con otras urbes latinoamericanas, pero encuestas de opinión revelan que la ciudadanía se siente incómoda y temerosa de que la situación pueda escaparse de las manos del Gobierno.
La presidenta de la República, Michelle Bachelet, y su segundo al mando, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, remarcaron la determinación del Palacio de La Moneda de castigar a los culpables de bombazos y graves hechos delincuenciales.
Recién llegada de Naciones Unidas, Bachelet se vio obligada la víspera a referirse al caso del hombre que falleció en la madrugada anterior en el barrio Yungay aquí, cuando manipulaba un artefacto explosivo de fabricación casera.
El Servicio Médico Legal finalmente informó que el occiso se nombraba Sergio Guillermo Landskron Silva, de 29 años, abrasado por las llamas minutos después de que una poderosa detonación daño letalmente su cuerpo.
Bastián Landskron, hermano del fallecido, definió a Sergio como un drogadicto que no vivía con la familia y no tenía amigos. Cumplía una condena de cinco años de cárcel por robo, y estaba en libertad desde junio último según la policía.
Queda por probar si el caso de Sergio Landskron tiene alguna relación con los tres imputados por los bombazos en su centro de comidas que dejó 14 heridos y en un vagón del Metro sin pasajeros en ese momento, este mes y en julio pasado.
De acuerdo con fuentes judiciales, fiscales asignados de forma especial por el Ministerio del Interior investigan 30 bombas instaladas en Santiago, algunas de ruido y otras de poca monta, pero que atemorizaron a la población.
El fiscal Claudio Orellana dijo que el aparato que destrozó a Sergio Landskron reúne algunas características similares a los del Metro, pero también otras diferentes.
Robos espectaculares como el multimillonario en el aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez; un camión de valores emboscado por seis autos y una importante Casa de Empeños, dieron visibilidad a un tipo de acciones poco usual en Chile.
Asimismo, la modalidad de hacer explotar los cajeros automáticos de entidades bancarias y sucursales financieras también se hicieron habituales en semanas recientes.
Por Fausto Triana, corresponsal de Prensa Latina
Santiago de Chile, 26 de septiembre 2014
Crónica Digital