Líderes indígenas de diversas regiones manifestaron aquí expectativas de que el documento aprobado en la primera conferencia mundial sobre los pueblos originarios marque el camino hacia un mayor reconocimiento y respeto a sus derechos.
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Tras dos días de debates concluyó la víspera el foro de la Asamblea General de la ONU, en el cual un millar de delegados de los cinco continentes analizaron los desafíos de esas comunidades, entre ellos la marginación, la pobreza, el desplazamiento de las tierras ancestrales, el impacto de la industria extractiva y el no acceso a servicios básicos y recursos naturales.
La Asamblea aprobó por aclamación un texto que fija el compromiso de los gobiernos con los indígenas y establece mecanismos que involucran al Consejo de Derechos Humanos y al Secretario General de Naciones Unidas en el control del cumplimiento de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, de 2007.
El instrumento adoptado hace siete años es ignorado por muchos gobiernos, que no solo lo incumplen, sino que criminalizan a quienes reclaman su aplicación, denunciaron participantes en la conferencia.
Datos de la ONU reflejan que en el planeta viven unos 370 millones de originarios distribuidos en cinco mil grupos en 90 países, que pese a representar el cinco por ciento de la población mundial constituyen el 15 por ciento de los seres humanos sumidos en la pobreza.
Para la activista guatemalteca y Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, el documento final del foro puede considerarse un hecho histórico.
En declaraciones a Prensa Latina advirtió que la nueva herramienta facilitada por la Asamblea General contempla acciones concretas que deben significar un camino de esperanza para quienes durante siglos han sufrido para sobrevivir.
Por su parte, la líder noruega del pueblo Sami, Aili Keskitalo, calificó el texto de muy alentador, porque parece encaminado a respetar la Declaración.
También el asistente del Secretario General de la ONU para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, señaló a Prensa Latina sus expectativas con los resultados de la conferencia.
Debemos tener ahora una mayor visibilidad de las aspiraciones de las comunidades originarias de contar con reconocimiento y plena participación en la toma de decisiones, dijo.
Simonovic opinó que el documento adoptado significa no seguir esperando pasivamente por la implementación efectiva de una Declaración alcanzada hace siete años.
En la clausura de la reunión, el presidente de la Asamblea General, Sam Kutesa, se declaró convencido de que cuando se aplique la nueva herramienta, surgirán cambios notables para las actuales y futuras generaciones de pueblos indígenas.
Al respecto, el diplomático ugandés instó a los gobiernos a hacer realidad lo plasmado en texto.
Por Waldo Mendiluza
Naciones Unidas, 24 de septiembre 2014
Crónica Digital / PL