Mario fue uno de los nuestros, de los de Radio Moscú, ese esfuerzo periodístico y político, muestra de la solidaridad y del compromiso con la libertad y la democracia, en tiempos de la dictadura.
No dudó Mario en incorporarse al cuerpo de corresponsales, y desde México, Argentina o Cuba, o donde lo llevase el caminar del exilio, ser voz también de los que no tenían voz, dar su testimonio de los dolores, de las luchas, de los chilenos que en Chile soportaban el embate de la represión, la persecución, la muerte.
Fue un maestro y amigo, un hombre de radio, militante disciplinado del periodismo y de la libertad , un ciudadano responsable, un patriota y al mismo tiempo un latinoamericano, un internacionalista. Que sabía que los pueblos no tienen fronteras.
Pero no se puede hablar de Mario en tiempo pasado, por que los ejemplos como él, son de tiempo presente, y son enseñanzas para el futuro,, no por porfiarle a la realidad de su partida, sino porque su presencia se hace permanente, a pesar de la circunstancia objetiva de la pérdida.
Es de los imprescindibles, y su voz apasionada, elocuente, sus historias lo mantienen en el recuerdo vivo.
Lo cierto es que lo que permanece es su enseñanza, su compromiso político y humano con la democracia, su determinación por las causas que consideró justas, en las que puso todo su talento, su voz inconfundible, la entonación de sus convicciones y emociones.
Lo central en sus colaboraciones con Radio Moscú y Escucha Chile, sus despachos a las horas más inverosímiles, debido a los husos horarios, en las madrugadas, en cualquier día , en cualquier momento, cuando la urgencia, el dramatismo o el deber de informar, lo hacían necesario, era su compromiso con el pueblo, con los demócratas, los combatientes, la insurgencia cuando era lo cotidiano.
Sus crónicas. las de un reportero , como siempre se definió, con el respeto por el ladrillo donde se edificaba la comunicación periodística, , la maestría dramática, informativa de sus relatos lo hacían indispensable.
Tanto como sus anécdotas, que brotaban por miles de su conversación infatigable, su ironía amable, pero certera, sus ganas de vivir, el gusto de una conversación junto a una botella, sus risotadas que inundaban los espacios, la ternura galana de sus amores, la evidencia de su humanidad, que derramaba a corazón pleno, en sus encuentros con el equipo destinado en Moscú, cuando llegaba a ponerse al servicio del programa, en los estudios de la calle Piatniskaya, o en la hospitalidad de José Miguel Varas e Iris, con René Largo Farías , con Orlando Millas, Luis Corvalán, Don Américo Zorrilla o Volodia Teitelboim, o con Katia Olevskaya , Guennadi Sperski, Leonardo Kosichev, Babken Serapioniants, las Natachas, (la nuestra y la “efímera”)· Asia , Pilar Villasante y otros colegas soviéticos..
Hizo también buenos amigos y amigas en el mundo soviético que hacían posible Escucha chile, y la estadía de los chilenos acogidos por la solidaridad de la Unión Soviética y del PCUS y que hoy forman parte de la historia personal de muchos.
Como lo es Mario Gómez López y su cordialidad a toda prueba, y sobre todo su compromiso y esperanza con la democracia., las libertades y la defensa de los derechos humanos y las demandas de su pueblo, de los más humildes.
Fue su voz, el tono inconfundible de su voz, una certeza de que había futuro, un latido de pasión en medio de la noche.
Mario fue un constructor de la esperanza. Un reportero cuyo mensaje atravesaba el mundo para decirle a los chilenos, en el país y los del exilio, a los que no tenían voz pero luchaban, a los protagonistas de esos días de la historia, desde Radio Moscú, desde” Escucha Chile, “ aquí estamos , y aquí están sus batallas,”.
Por Marcel Gárces
Santiago de Chile, 3 de agosto 2014
Crónica Digital
No pertenezco al mundo del periodismo , pero sé quien es éste ser imborrable. A los minutos de que partió , me llamó un sobrino de él para avisarme el inicio de su viaje sin retorno . Temprano lo fuí a despedir al lugar donde radica la dirección de las organizaciones de los trabajadores por los que luchó con tanto denuedo y perseverancia , enviándonos su mensaje de esperanza en el Chile aherrojado y ver su rostro afable en este lugar lleno de simbolismo en el que pidió a su círculo intimo ser velado.