Imbuida en el positivismo que impregnaba el estudio de las sociedades humanas a mediados del siglo XX, la antropología no miraba con buenos ojos el abordaje de una cultura a partir de sus redes simbólicas o ideológicas. Pero una mujer lituana, instalada en la arena de la investigación de campo desde la lingüística, tenía algo que objetar: Los acercamientos a los grupos humanos de lo que ella misma bautizó como la “Vieja Europa”, determinaron el punto de vista de Marija Gimbutas (1921-1994) y le hacían afirmar que la arqueología no es “sólo el materialismo científico. También está involucrada la religión y la estructura social. No es apenas una descripción de objetos”.
En 1956, la lingüista y etnóloga formuló la Hipótesis de los Kurganes (nombre de su propio cuño), planteando que éstos constituirían la etnia protoindoeuropea e identificó, incluso, sus desplazamientos por el continente. Para establecer este postulado incorporó a los métodos de la arqueología, conclusiones habidas del estudio de las lenguas y sus categorías de significado a nivel de toponimia, parentesco y representaciones mitológicas.
En The Language of the Goddess (1981) y en The Civilization of the Goddess (1991), sus estudios alcanzan las manifestaciones iconográficas de la mujer, intentando desentrañar el tránsito de las culturas matrilineales a la patriarcal: “En el arte de los Altos Paleolítico y Neolítico, los retratos simbólicos de la vulva aparecen separados de su contexto o muy exacerbados en estatuillas y vasos de cerámica. La vulva aparece como un triángulo, un óvalo, un círculo abierto o, incluso, como un capullo o un brote –lo cual enfatiza el rol dador de vida por sobre el erótico. La frecuencia y longevidad de este símbolo en las manifestaciones arqueológicas (más de treinta mil años) habla de lo esencial de su rol en su sistema de creencias”.
La interpretación mitológica puesta por Marija Gimbutas al servicio de la arqueología y su aporte a la síntesis interdisciplinaria de los estudios, han sido equiparados, por su importancia histórica, a la piedra Rosseta que permitió el estudio comparado de los jeroglíficos egipcios.
Santiago de Chile, 27 de julio 2014
Crónica Digital / Academia Libre