María Eugenia Puelma, Dirigenta de los funcionarios Municipales, Consejera Nacional de la CUT y encargada del Departamento de Derechos Humanos de la Central, se refirió esta tarde a la entrega de los resultados de la encuesta CASEN y a los dichos del Presidente Sebastián Piñera referentes a la supuesta disminución de la brecha entre ricos y pobres en nuestro país.
Con respecto a la encuesta CASEN, Puelma aseguró que “si uno quisiera hablar sobre este documento en serio, tendríamos que referirnos primero a los derechos humanos que debe garantizar el Estado en el sentido de asegurar una calidad de vida mínima a todos los chilenos y chilenas. Ni siquiera esto está garantizado, ni hablar de la salud, educación y vivienda y, por el contrario, sí garantiza el lucro, en especial para los más poderosos. Entonces, para hablar de la segregación social, de la mala distribución de la riqueza, de la brecha social existente, tendríamos que hablar no de este instrumento que ya está absolutamente anticuado, sino que empezar a proponer nuevos instrumentos que se preocupen de medir realmente la calidad de vida de las personas”.
De todas formas, agregó la dirigente que, si se quiere acotar la discusión sólo a esta encuesta lo que realmente demuestra es que “en Chile la pobreza existe y seguirá existiendo, porque es una condición implícita del modelo neoliberal que hayan pobres”, agregando que ella, en su calidad de funcionaria municipal, ha tenido la oportunidad de trabajar en directo con las comunidades más desprotegidas de Santiago, en especial las mujeres jefas de hogar, lo cual a su juicio, constituye una muy buena fotografía de lo que sucede a nivel nacional: “y lo que vemos es que las mujeres no pueden salir de la pobreza en la medida de que sigan ganando los sueldos que ganan, cuando tienen un sueldo estable, porque muchas veces eso no es así, son trabajos de servicio en su mayoría, subcontratadas, otras veces sin siquiera contrato. Y estamos hablando de mujeres que en un 80% son jefas de hogar y/o separadas de hecho que mantienen su casa y a sus familias, con estos trabajos precarios que no están al nivel de la empleabilidad que se necesita hoy en este país. Más aún, como estos son trabajos inestables, esporádicos y febles, es muy fácil que lo pierdan, lo cual de inmediato traslada a una familia completa a la indigencia. Entonces, lo que se nos está configurando es un escenario casi caricaturesco, en donde vamos a tener que empezar a dividir, por unas miserables lucas más o menos si la familia es indigente, pobre, menos pobre o clase media baja, lo cual me parece una verdadera ridiculez. Lo que se necesita es seriedad, un trabajo digno para cada jefe de hogar, oportunidades reales para surgir, una canasta básica accesible que incluya el transporte y que el Estado garantice la calidad de vida mínima, eso es todo. En un país que se vanagloria de tener un gran crecimiento económico y estabilidad financiera, es indecente que no sea capaz de entregar una calidad de vida digna”.
“Está claro que el problema de la pobreza en Chile no ha sido abordado seriamente ni por este gobierno ni por los de la Concertación, toda vez que no han querido cambiar el modelo y la forma en que el Estado se vincula con los sectores más desprotegidos, a través de la subsidiariedad, sin garantizarles los derechos. Existe mucha pobreza en Chile y creer lo que nos dice hoy el gobierno sería pasarse de tontos o de condescendientes. Existe una gran brecha entre ricos y pobres, hay mucha impunidad en este país para aquellos que tienen todo, que son dueños de Chile, y mientras eso siga existiendo, tendremos una brecha no sólo económica, sino que también moral y ética”, señaló la dirigente sindical.
En lo referente a la manera en que fueron entregados los datos de la encuesta y de las posteriores explicaciones del gobierno por no dar a conocer el margen de error de la muestra, Puelma aseveró que estos hechos responden a una manipulación que se hará cada vez más frecuente a medida que se acerquen más las elecciones de este año y del próximo: “además, van a salir una cantidad de bonos increíbles, porque lo que se pretende con este modelo es transformar a la gente en clientes del Estado y que sean más clientes en los momentos que hay elecciones y menos clientes en los momentos en que no las hay. Aparte de la manipulación, lo que hay de fondo es una despreocupación por superar la pobreza del país, eso es lo más grave, no hay políticas públicas que apunten hacia eso”.
Por último, la dirigente de la Central se refirió a los dichos del Presidente Sebastián Piñera, quien afirmó que la brecha entre ricos y pobres había disminuido considerablemente: “yo creo que él no sabe de lo que habla, lo dice solamente para la televisión, pero no sabe qué es verdad y qué es mentira. Los que trabajamos con la gente común y corriente, en las poblaciones y constatamos la realidad in situ, sabemos que a la gente le cuesta y mucho ganarse un plato de comida, mientras que para los dueños de este país ni se arrugan para cambiar el auto todos los años o pagar por un departamento un precio exorbitante. A lo mejor, de esa realidad es la que habla el Presidente Piñera, porque de eso sí que conoce, pero de las poblaciones de Chile, evidentemente que con sus dichos demuestra que no sabe nada”.
Por Pablo Rojas.
Santiago de Chile, 25 de julio 2012
Crónica Digital