Sus palabras parecen tener tintes de predicción, pues el pueblo está herido en lo más profundo.
Hoy el nombre de Cisterna se repite en cada esquina, cual héroe popular, y las banderas lucen a media asta.
De todos los poblados aledaños, repletaron el Gimnasio Olímpico de la comuna, donde fue velado el joven.
Niños, ancianos, profesores, religiosas y, obviamente, trabajadores forestales -todos con negra escarapela en el pecho-, desfilaron por ahí. Las florerías agotaron sus existencias luego de lo ocurrido.
Anoche cerré de madrugada y ya no damos abasto, relata Israel Pereira Fernández (47), quien en sus 15 años en el oficio no había tenido tanta demanda. El, lo mismo que los 32 mil habitantes de Curanilahue, están dispuestos a salir a las calles a manifestar su dolor a partir de hoy lunes, cuando haya pasado el fin de semana de duelo y el gremio forestal retome las negociaciones con Celulosa Arauco.
Todo el mundo ha solidarizado con Curanilahue, incluso el de hábito y toca. Viajamos de Arauco a despedirlo, porque no es justo que se acabe una vida tan joven por querer mejorar un sueldo. Si algo se organiza, venimos a apoyar y marchamos con ellos, afirmó la hermana franciscana María Eugenia Belismelis (62), a la salida del velatorio.
Ahí, a la viuda Evelyn Sanhueza Nauco (23) aún le quedan lágrimas y su hijo Rodrigo (5), cuenta a sus amigos que, cuando él cumpla seis años, su papá vendrá a visitarlo por su cumpleaños.
Lina Fernández, madre del difunto, olvidó cómo sonreir, y teme perder a otro de sus hijos. Uno quiere vengarse, yo estoy desesperada, contó.
Mientras, la feria libre se vistió de luto con globos negros. Es un dolor tan grande, vamos amanifestarnos en las calles después de que pase el funeral.
Todas somos como las viudas del forestalino, asevera Rosa Vásquez Vergara (37) tras sus tortillas de rescoldo.
Estamos indignados. Tenemos el apoyo del país y vamos a movilizarnos, porque queremos justicia, indica el taxista Orlando Martínez Herrera (64).
AMARGURA SE TOMA LOS RINCONES
La población marchó el viernes pasado por el pueblo, y apedreó el cuartel de Carabineros. El cuadro se repitió esa noche en Laraquete, donde fue apedreado el retén. Intentaron ingresar a mi casa y dañaron la de un cabo. Estamos bastante consternados, porque ni siquiera participamos en el procedimiento del jueves, manifestó el mayor Víctor de la Barra Manríquez, de la Cuarta Comisaría de Curanilahue.
Ellos han puesto la otra mejilla, pues son tan curanilahuinos como el resto, dice.
El alcalde, Ahimalec Benítez Silva, manifestó su dolor por lo que está ocurriendo a su comuna, y sumolestia.
Estamos casi acostumbrados a estar de duelo, antes con los mineros y ahora con los forestales, indicó. Benítez se quejó también por el abandono: Pobreza, cesantía, conectividad, y ahora esto… es el colmo manifestó, indignado, a la par que clamó por justicia, tanto social como política.
El gobierno dispusó una pensión y una vivienda para la viuda, a petición del municipio.
Por Miguel Angel Cabrera. Aldea comunicaciones.
Curanilahue, 7 de mayo 2007
Crónica Digital
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