En declaraciones al diario Perú 21, Rodríguez dijo discrepar con la posición del gobierno del presidente Alan García en la materia, y apuntó que el diferendo no puede dejar de ser prioritario.
“Las negociaciones diplomáticas se han agotado, y dado el muy buen nivel en las relaciones bilaterales, sin traumas, sin tensiones, el Perú debe recurrir a la Corte de La Haya para resolver el problema”, aseguró.
Aseveró también que “cualquier solución jurisdiccional siempre será mejor a los intereses peruanos que la actual situación”.
Perú plantea que la línea divisoria marítima debe ser equidistante de las costas de ambos países, de acuerdo con lo orientado por la Convención del Mar, lo que rechaza Chile.
No obstante, el tema está virtualmente congelado, dentro de la política del presente gobierno, de acercamiento a Santiago.
Rodríguez confirmó por otra parte su alejamiento del servicio diplomático, durante la actual administración, para mantener la posibilidad de formular apreciaciones críticas sobre la política exterior vigente.
El ex ministro fue nombrado representante ante los organismos internacionales de Ginebra en los últimos meses de la pasada administración de Alejandro Toledo.
El nuevo gobierno del presidente Alan García lo cesó en el cargo, sin darle un nuevo destino, y Rodríguez dijo haber pedido su pase a la disponibilidad, una especie de suspensión de su carrera diplomática.
El ex ministro negó también acusaciones de dispendio lanzadas por un parlamentario a quien afirmó que demandará judicialmente por difamación y calumnia y señaló que la Cancillería debió hacer las aclaraciones pertinentes ante esas denuncias.
Lima, 7 de diciembre 2006
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