Tras participar en un seminario sobre el proceso de construcción del Parlamento Social y Político de Chile, todos los sectores democráticos nacionales realizaran un acto el 20 de agosto próximo en el teatro Caupolicán.
Así lo graficó un documento firmado por todos asistentes, en la cual se comprometen a trabajar por la incorporación de otros actores sociales, políticos y gremiales y generar instancias similares en las regiones y provincias del país.
Coincidimos en que Chile no resiste la consagración de un sistema electoral excluyente y falto de representatividad. De no mediar un cambio al sistema electoral binominal, se corre el riesgo que entre en crisis nuestro sistema democrático, afirman los convocantes.
Los sectores sociales y políticos, se comprometieron a trabajar y desarrollar conjuntamente iniciativas tendientes a lograr el cambio del actual sistema electoral, por uno proporcional, representativo y sin exclusiones.
Del mismo modo, de no existir las condiciones en el parlamento para esta reforma, nos comprometemos a impulsar un plebiscito nacional que deje de manifiesto que la mayoría ciudadana está por más democracia para Chile, apuntan los firmantes.
Por último, acordaron crear una comisión técnica, que junto a la Central Unitaria de Trabajadores, desarrolle una propuesta concreta, unitaria y plural, la que será presentada el día 20 de Agosto de 2006 en el Acto Por Más Democracia y Justicia Social que se realizará en el Teatro Caupolicán.
Entre los firmantes de documento se encuentran el los Partidos Demócrata Cristiano, Socialista, Por la Democracia, Comunista, Izquierda Cristiana, además de la CUT, ANEF, CONUPIA, Colegio de Profesores y senadores y diputados de la coalición de gobierno.
El termino del sistema binominal, uno de los anhelos de los sectores extraparlamentarios y soicales, fue aprobado en 1988 por el ex dictador Augusto Pinochet, y diseñado para asegurar el poder político de la derecha. El cambio de este es una de las 36 medidas propuestas por la presidenta Michelle Bachelet.
La normativa vigente permite que ambas coaliciones -de gobierno y oposición- se repartan virtualmente a partes iguales los escaños parlamentarios, mientras excluyen a los partidos de izquierda, a representantes gremiales y de organizaciones sociales de base.
Santiago de Chile, 19 de julio 2006
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