Aunque públicamente anunciaron su respaldo a la medida, al interior de las colectividades se dejaron ver las primeras muestras de duda en cuanto a la efectividad de los cambios, especialmente en lo que toca al ministerio del Interior.
Si bien todos estiman que era necesario remover a Andrés Zaldívar, quien fungía además como jefe de Gabinete y segunda figura del gobierno, fuentes partidarias indicaron que tal vez Belisario Velasco -también demócrata cristiano (DC) como él- no sea el mejor relevo.
Aún cuando reconocen su probada trayectoria política -fue figura clave en la transición de la dictadura militar al primer gobierno de Patricio Aylwin en 1990 y subsecretario del Interior en dos gobiernos consecutivos, lo consideran poco apto para la fase que viene.
Fuentes consultadas por el periódico digital El Mostrador revelaron que la designación de Velasco “no fue del todo bien apreciada”, en la medida en que se le considera “una figura fuera de las grandes ligas y no tiene una gran destreza o muñeca política”.
Dirigentes de su propio partido indicaron que Velasco -muy ligado al ex presidente Eduardo Frei- es un personero más a la izquierda de Zaldívar, pero “no se lo ve como un gran articulador político en esta segunda etapa”, según la publicación electrónica.
No sucede lo mismo respecto a la nueva ministra de Educación, Yasna Provoste, pues aseguran que es muy trabajadora y profesional y además está muy ligada a la senadora Soledad Alvear, presidenta de la DC y una figura influyente dentro de la coalición gobernante.
En ese sentido, dejan en claro que fue afortunado el cambio de Martín Zilic -freista pero propuesto para el cargo por el ex timonel de la colectividad, Adolfo Zaldívar- porque “desde un principio no hizo una buena gestión en la mencionada cartera”.
En cuanto al nuevo ministro de Economía, Alejandro Ferreiro, una figura ligada a las grandes empresas privadas y muy cercano al canciller Alejandro Foxley, en los sectores conservadores de la DC están conformes.
Sin embargo, otros consideran que su estilo abiertamente liberal es preocupante “pues la mandataria debió haber puesto a un político que tuviera un perfil más social y con mejores contactos con las pequeñas y medianas empresas”.
En los partidos Socialista (PS), Por la Democracia (PPD) y el Radical Social Demócrata (PRSD), considerado el bloque “progresista” dentro de la coalición gobernante, el análisis en general es similar, pero con algunos matices, afirma El Mostrador.
Frente a la designación de Velasco como nuevo jefe de gabinete, estos conglomerados señalan que se trata de “una gran persona”, pero tienen inquietud por el manejo que haga de la cartera y porque no posee un mayor contacto con los partidos y las bancadas parlamentarias.
“Nosotros esperábamos una cara más nueva y que estuviera más acorde con los nuevos desafíos que tiene el país”, confesó un dirigente PPD, de acuerdo con la versión del periódico digital.
Entre las filas del oficialismo, por otro lado, quedó la sensación de que los cambios debieron incluir también a los ministros de Minería y Energía, Karen Poniachik, y de Agricultura, Alvaro Rojas, cuyos desempeños han sido también muy mal evaluados.
Pero tal vez, en el caso del primero, la mandataria no quiso dar una mala señal a nivel internacional, ya que es la figura que está negociando con Argentina el tema del gas, y el segundo, si bien tiene problemas con su partido (la DC), su gestión no ha sido tan mala como la de Zilic.
Para la oposición de derecha, en tanto, el cambio no significa mucho. “Es más de lo mismo”, afirmó el líder de Renovación Nacional (RN), Carlos Larrain, mientras el dirigente de Unión Demócrata Independiente (UDI), Darío Paya, dijo que es sólo “un acomodo político”.
Santiago de Chile, 15 de julio 2006
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