La mandataria indicó que la decisión adoptada por el gobierno del vecino país, que será sede de la magna cita de presidentes del pacto, afecta el libre flujo de personas y vehículos y como tal “atenta contra la integración regional”.
“Estamos en la línea de avanzar hacia una mayor integración en todos los terrenos, comercial, político, flujo de vehículos, flujo de personas. En ese sentido esta medida no nos parece comprensible, no nos parece que apunta a la mayor integración”, señaló la gobernante.
La cumbre, en la que estarán presentes los jefes de Estado de Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay como miembros plenos, tendrá lugar en la provincia argentina de Córdoba, el 20 y 21 de julio próximo. Chile asiste como asociado del bloque regional.
“Será materia que conversaremos entonces con los distintos presidentes para ver cómo avanzamos más en mayor integración y podemos no tener medidas como esta que realmente atentan contra esos objetivos”, precisó la mandataria.
Argentina determinó este lunes aplicar una medida de simetría para las estaciones de servicio fronterizas, de manera de evitar la fuga de combustible hacia otras naciones, gracias al menor valor que el petróleo y la bencina tienen en ese país, respecto a Chile y Brasil.
Según cálculos preliminares de las autoridades, la bencina que podrán comprar los chilenos en ciudades como Mendoza pasará de 400 (0,74 dólares) a 600 pesos (1,11) por litro, un precio muy similar al que existe en el país.
La decisión, si bien tiene escasa connotación en plano real dada la insignificante cantidad de combustible que ese país vende por ese concepto y su impacto en el mercado, ha contribuido a enrarecer más el escenario energético, afectado ya por un alza en los precios del gas argentino.
Fuentes locales destacan que la medida sorprendió a La Moneda, más aún cuando el pasado viernes un equipo gubernamental encabezado por la ministra de Minería y Energía, Karen Poniachik, estuvo en Buenos Aires conversando sobre el suministro y nuevos precios al combustible.
La nueva disposición del gobierno trasandino fue aprovechada por sectores de la derecha -que demandan del Ejecutivo una posición más firme en sus relaciones con el vecino país- para renovar sus ataques, en momentos que la mandataria atraviesa por un complejo escenario.
Dirigentes de Renovación Nacional RN) y Unión Demócrata Independientes (UDI) instaron hoy a Bachelet “a ponerse los pantalones” en defensa de lo que consideran “los intereses de los chilenos”, si bien la medida no está dirigida especialmente contra ellos.
Para la extrema derecha es necesario que si en 48 horas no hay una explicación coherente, se lleven adelante duras respuestas diplomáticas, como recurrir a instancias internacionales, realizar una protesta formal o retirar al embajador en Buenos Aires, Luis Maira.
El timonel de la UDI, Hernán Larraín, indicó que “hay transportistas que hacen parte de su vida circulando por Argentina, hay muchos chilenos en este intercambio de flujos que visitan la nación trasandina y siempre hemos trabajado en un plano de reciprocidad”.
“Exigimos, por tanto, que el Ejecutivo de una vez por todas se ponga los pantalones y le diga al gobierno argentino qué va a hacer”, enfatizó.
Al mismo tiempo, la Alianza opositora calificó el viaje de la semana pasada hecho por la ministra Poniachik para informarse del alza impuesta al gas natural que se importa a Chile como un paseo, en que además se expuso al ridículo.
Santiago de Chile, 11 de julio 2006
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