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En 1994 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley para los Océanos.
Según la ONU, dos terceras partes de la superficie de la Tierra están cubiertas por océanos, que constituyen una fuente de infinitos recursos: alimentos, energía, agua, hidrocarburos y recursos minerales.
El mar, en interacción con la atmósfera, la litosfera y la biosfera, favorece unas condiciones que posibilitan las distintas formas de vida en el planeta.
De los océanos se obtienen toneladas de pescado cada año, sal y agua dulce. Además, el desarrollo de reservas petroleras y de gas natural en ellos abastece gran parte de la demanda mundial de hidrocarburos combustibles.
En un comunicado público, Oceana señaló q,ue en Chile, el 80 por ciento de los recursos es explotado por los industriales, que entregan sólo el 20 por ciento de los empleos de la actividad pesquera (el 80 por ciento restante de la fuerza laboral está en la pesca artesanal).
Sostuvo que se requiere entre tres y cinco kilos de pescado, para producir sólo un kilo de salmón. La industria salmonera instalada en la Décima región, arroja desechos directamente al mar equivalentes a los de una ciudad con 6 millones de habitantes.
Los costos ambientales de la salmonicultura en nuestro país durante los últimos 15 años, superan los 2 mil 200 millones de dólares, apuntó Oceana.
Oceana, señaló que 75 por ciento de las especies útiles al hombre están sobrexplotadas, o siendo explotadas al límite de su capacidad.
La organización ecologista argumentó que el 90 por ciento de la población de los grandes peces, (tiburones, atunes, albacoras, etc) ha desaparecido de los océanos desde el surgimiento de la pesca industrial. Además subrayó que 500 Toneladas de tiburón se requieren para obtener unas 12 toneladas de aletas, vendidas como afrodisíaco en Asia. El animal se caza, se mutila y se devuelve vivo al mar, donde muere ahogado y desangrado.
Datos entregados por Oceana, indican que por cada merluza pescada, dos son devueltas al mar por no alcanzar la talla mínima para ser vendida. Muchas veces los peces han muerto antes de ser devueltos.
Más de 38 millones de personas viven de la pesca y la acuicultura alrededor del mundo. Además, la pesca da trabajo indirecto a más de 200 millones de personas.
Si este ritmo de sobrexplotación continua, la FAO prevee que en cuatro años se vivirá un colapso global de las pesquerías, afectando a más de 2 mil 500 millones de personas, que obtienen del mar su principal fuente de proteínas, finalizó Oceana.
Santiago de Chile, 8 de junio 2006
Crónica Digital , 0, 116, 16’