Dirigentes de universidades tradicionales y privadas de la capital y del poderoso gremio de Profesores, advirtieron que se sumarán a la protesta si mañana el gobierno no da respuesta a los secundarios.
El Partido Comunista (PC), con fuerte influencia en el sector laboral, anunció que no descarta respaldar la convocatoria si el gobierno no responde adecuadamente a las exigencias estudiantiles, mientras la Iglesia culpó a los políticos por la crisis.
Representantes de federaciones estudiantiles de las universidades de Chile, Católica, de Santiago, Tecnológica Metropolitana, Alberto Hurtado y Cardenal Silva Henríquez, estas dos últimas particulares, comunicaron una amplia adhesión al movimiento.
El respaldo de organizaciones de alumnos de recintos privados que no son parte de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), que reúne a los líderes de las casas superiores que forman el Consejo de Rectores, fue destacada entre los apoyos a la huelga estudiantil.
“Nosotros expresamos una unión que excede a la CONFECH, acá hay universidades privadas no tradicionales que no están en la Confederación, porque entendemos que esto va mucho más allá de los mecanismos formales”, dijo Nicolás Grau, presidente de la Universidad de Chile.
Los universitarios exigieron también la formación de una comisión nacional que integre a los sectores políticos y sociales vinculados a la educación, que discuta los cambios de fondo necesarios para el sistema educativo chileno.
En tanto, el Colegio de Profesores, aunque aún no ha discutido eventuales medidas en su Directorio Nacional, anticipó el respaldo a la convocatoria hecha por lo alumnos de colegios.
“Anticipamos que haremos nuestra la posición de los estudiantes, en el sentido de que si no hay cambios de fondo de aquí al próximo viernes, vamos a hacernos parte de una convocatoria a paralización nacional”, dijo Jorge Pavez, presidente del magisterio.
El dirigente, además, compartió el planteamiento de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), en cuanto a que el Ejecutivo busque un mecanismo para pagar las subvenciones y recuperar clases en colegios en paro u ocupados por los huelguistas.
Mientras tanto, continuaron las marchas de protesta en esta capital, especialmente en la emblemática Alameda, escenario en días pasados de violentos enfrentamientos entre estudiantes y Carabineros.
Con un carro lanza agua y gases lacrimógenos las Fuerzas Especiales dispersaron dos marchas de escolares y universitarios que se desarrollaban en un sector céntrico de la ciudad, en el Paseo Ahumada.
Una de las marchas se dirigía hacía la Plaza Italia, mientras que la otra tenía como fin llegar hasta el Liceo de Aplicación. Varios fueron detenidos luego que jóvenes encapuchados atacaran con piedras a los uniformados.
Todavía al final de la tarde continuaban los incidentes en el centro de Santiago, específicamente en el frontis de la Universidad de Chile, donde unos cien encapuchados se enfrentaban con la policía de las Fuerzas Especiales.
Santiago de Chile, 2 de junio 2006
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