El dignatario galo arribará al aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez pasadas las 13:00 horas (16:00 GMT), procedente de Brasil, y poco tiempo después será recibido con honores por la presidenta Michelle Bachelet, en la Plaza de la Constitución.
Chirac, quien permanecerá en el país apenas 24 horas, llega acompañado de su hija Claude (su asesora comunicacional), cinco ministros de Estado y 16 representantes del mundo empresarial y académico.
Aunque fuentes gubernamentales afirman que uno de los principales objetivos del viaje sería concretar la venta de un satélite a Chile, en los Palacios del Eliseo y de La Moneda se han mostrado reservados en cuanto a esta eventualidad.
Tanto este tema como la firma de otros acuerdos comerciales estarán en la agenda del dignatario europeo, que llega en un momento de auge en las relaciones bilaterales, según confirmó Jerome Bonnafont, portavoz del gobierno de la nación europea, a medios locales.
Según el vocero, este viaje está programado desde 1999 y obedece al deseo de Chirac de afirmar su presencia en el mundo, reforzar el multilateralismo y la armonía a nivel internacional.
Esta visión internacional es lo que ha inspirado sus giras más recientes por India, Egipto, Arabia Saudita, Tailandia, China, Brasil y ahora, Chile, país con el cual el gobierno francés siente una particular sintonía.
En 2004, con la adopción de la Carta del Medioambiente, Chirac se alineó a la iniciativa de Lula da Silva para defender juntos la causa medioambiental en el mundo, de acuerdo al espíritu de la Declaración de Río (1992).
También lanzó en marzo un “impuesto solidario” a los pasajes de avión para ayudar a los países más pobres. Chile fue uno de los primeros países en incorporar este impuesto, destinado a combatir pandemias como el sida y el paludismo.
Fuentes de la embajada francesa en Santiago han señalado que la visita busca “cuidar que no se apague una relación históricamente fuerte”, por lo que se estimularán acuerdos universitarios, lingüísticos y los intercambios de profesores.
Aunque marca un lugar destacado en la agenda, el gobierno galo ha tratado de restarle importancia al ámbito económico para reforzar más la idea de lazos políticos, culturales, científicos y de ayuda al desarrollo.
“Nuestra visita no se limita a firmar contratos. Primero vamos a estrechar lazos y luego veremos lo que sucede. Queremos lograr una relación más fluida, más humana. Buscamos hacer hincapié en profundizar nuestras relaciones culturales”, dijo Bonnafont.
No obstante, fuentes diplomáticas admiten aquí que la meta de Francia es doblar los intercambios comerciales con Brasil y Chile de aquí a 10 años. La balanza comercial entre ambos países y Francia es tradicionalmente deficitaria (747 millones de euros en el caso de Santiago).
Francia detenta sólo el 2,3 por ciento del mercado chileno y ocupa el noveno lugar de los países que invierten en Chile, una situación que las autoridades galas pretender revertir, pese a las limitaciones que significa un euro fuerte para su competitividad.
El Eliseo afirma que las relaciones con Chile son “excelentes” desde el fin de la dictadura (1990). Francia ha recibido las visitas de los ex mandatarios Eduardo Frei Ruiz-Tagle en 1997 y dos de Ricardo Lagos en 2001 y 2004.
Santiago de Chile, 26 de mayo 2006
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