La cita estará encabezada por la ministra de Minería, Karen Poniachik, y el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Pablo Serra, mientras la delegación argentina será presidida por el secretario de Energía, Daniel Cameron.
Para medios locales, a diferencia de otras visitas protocolares que realizarán autoridades trasandinas en abril, el arribo de Cameron es clave para ambos países y está cargado de simbolismos, en el marco del proceso de acercamiento que tiene lugar entre ambos países
Fuentes del sector privado chileno indican que la llegada del alto funcionario constituye una señal potente para el trabajo de coordinación que realizarán los gobiernos de Bachelet y Kirchner al alero de la comisión binacional.
Esta se constituyó en abril de 2004 para analizar la crisis del gas, buscar la forma de minimizar sus consecuencias y proponer acciones de largo plazo que tiendan a aumentar, de ser posible, los suministros argentinos, reducidos en los dos últimos años.
Hasta ahora todas las reuniones de trabajo se habían realizado en Argentina. Con la llegada de Cameron a Santiago, por primera vez un encuentro de esa naturaleza tendrá como sede a Chile, lo que para fuentes del sector constituye un motivo de aliento.
El encuentro también es visto por la industria chilena, la más afectada por los recortes, como un paso importante para la administración de Bachelet y una vuelta de mano, tras su visita a Buenos Aires hace dos semanas.
En esa ocasión el canciller Alejandro Foxley expresó la inquietud del gobierno chileno por el futuro suministro del gas y admitió que hay una situación difícil. “Sería absurdo negársela a los chilenos. Este año va a ser más complicado que el anterior”, dijo Foxley.
Las fuentes reconocen que un tema clave en la agenda bilateral será abordar los permisos de exportación otorgados por Argentina a empresas chilenas, toda vez que el 80 por ciento de estas autorizaciones expira dentro de los siguientes 10 años.
Estos permisos permanecen congelados desde 2004 y, según reconocen extraoficialmente en el propio gobierno argentino, se prevé que no serán renovados.
Santiago de Chile, 6 de abril 2006
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