Casi dos semanas de estudio, de reuniones tardías y excesivo secretismo levantaron algunas suspicacias en las diferentes partes que intervienen en el caso, especialmente, en la defensa del ex gobernante, encabezada por el abogado Pablo Rodríguez Grez.
Según publicó ayer el diario La Nación, las fuentes revelaron que los jueces Haroldo Brito, Mauricio Silva y Rosa María Maggi, de la Quinta Sala de ese tribunal, se reunieron en al menos tres ocasiones para estudiar el borrador propuesto por esa instancia judicial.
En los encuentros, los magistrados resolvieron unánimemente mantener los cuatro cargos que se le han imputado a Pinochet en el marco del proceso que lleva el juez Carlos Cerda por las cuentas secretas en el banco Riggs.
Los tres magistrados se reunieron cerca de tres horas el jueves pasado, luego de las audiencias, para estudiar el documento elaborado por Maggi, en respuesta a las apelaciones de la defensa. En esa oportunidad habrían dado su aprobación al contenido del fallo.
A la espera de la oficialización del veredicto, los magistrados han mantenido un estricto silencio, coincidente con la definición del Senado que ayer rechazó la postulación del Cerda para integrar la Corte Suprema, lo abre expectativas de su permanencia en el caso.
Luego de ser desaforado por la Corte de Apelaciones de Santiago y por la Corte Suprema, en noviembre del año pasado, el ex dictador chileno fue sometido a proceso por cuatro delitos distintos, que van desde evasión de impuestos hasta uso de pasaportes falsos.
En esta causa también fueron procesados como cómplices la esposa del gobernante, Lucía Hiriart, sus cinco hijos, una nuera, su secretaria particular, Mónica Ananías, y su entonces albacea, Oscar Aitken.
El tribunal debe decidir en los próximos días sobre una recusación efectuada por los abogados de Pinochet contra el juez Cerda, que lo ha mantenido alejado del caso desde hace más de dos meses.
Es de presumir que, luego de haber sido rechazado ayer su ascenso a la Corte Suprema por sectores de la oposición ultranconservadora, acelere esta decisión ante la incertidumbre que envuelve actualmente este emblemático caso.
La causa se abrió en julio del 2004 cuando una comisión del Senado norteamericano descubrió voluminosas cuentas secretas con nombres falsos del ex dictador en el banco Riggs.
En el proceso de investigaciones se ha podido establecer que la fortuna, cuya procedencia no ha podido ser probada por el ex militar, asciende a más de 27 millones de dolares.
Por las evidencias se presume que gran parte proviene del tráfico ilegal de armas.
Santiago de Chile, 6 de abril 2006
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