El acontecimiento cubre las primeras planas de la prensa, que coincide en destacar la solidaridad popular chilena con la demanda marítima de Bolivia, secuela de la Guerra del Pacífico en la que Chile conquistó las costas de este país y lo convirtió en mediterráneo.
Los diarios destacan al mismo tiempo comentarios y declaraciones en el sentido que hay condiciones para que las dos naciones negocien una solución del viejo diferendo, en aras de la integración bilateral y regional, lo que alentó Morales en Santiago.
“Pueblo chileno pide a su gobierno mar para Bolivia”, destaca en su portada el matutino El Diario, según el cual “la histórica visita de Evo a Chile inicia nueva etapa de diálogo”.
El Diario alienta la posibilidad de romper la contradicción de las últimas décadas, en la que Bolivia condiciona la reapertura de relaciones diplomáticas con Chile -interrumpidas desde 1978- a la solución del principal diferendo bilateral.
El periódico La Razón, por su parte, destaca en primera plana que “Chilenos reclaman por Bolivia” y agrega que “Evo Morales hace historia en Chile y le ofrece una alianza”, glosando el discurso del mandatario en una concentración popular en su homenaje.
En un editorial que resalta la gran importancia de la visita de Morales a Chile, agrega que “a nadie le cabe la menor duda de que el diferendo marítimo se va a plantear en algún momento” en el diálogo entre los nuevos gobiernos de La Paz y Santiago.
“Chilenos vitorean a Evo y reclaman mar para Bolivia”, resalta el tabloide La Prensa, sobre el homenaje popular al mandatario boliviano.
Ese acto fue destacado también por el diario Los Tiempos, de la ciudad ce ntral de Cochabamba, que titula en su portada “Mar para Bolivia, aclamaron más de seis mil personas en Chile”.
El mismo tema es resaltado por el matutino El Deber de Santa Cruz, en el oriente del país, cuyo principal titular anota: “Evo recibe apoyo chileno a la demanda marítima”.
Editorialmente, El Deber señala que “es absolutamente necesario que Chile atienda la vieja demanda marítima de Bolivia; necesitamos un acceso directo y soberano al Pacífico”.
Agrega que “Chile le sobra territorio marítimo, tiene decenas de puertos importantes a lo largo de su faja costera”, por lo que podría ceder a Bolivia, por solidaridad y en un marco integracionista, un corredor hasta el mar en el extremo norte de su territorio.
De otro lado, los ex cancilleres Javier Murillo y Armando Loaiza declararon que los dos países han emitido señales de acercamiento que, con voluntad política, pueden abrir una negociación sobre la reivindicación marítima boliviana.
Murillo consideró positivo el acercamiento entre los nuevos presidentes de Chile, Michelle Bachelet, y Bolivia, Evo Morales, aunque dijo que no hay que hacerse muchas ilusiones, teniendo en cuenta datos históricos que descartan el optimismo exagerado.
Aludió así a los diversos intentos de solución del diferendo que se han estrellado con la negativa de Chile a hacer cesiones territoriales con soberanía y advirtió que el restablecimiento de relaciones diplomáticas debe darse después de la negociación buscada.
El vicepresidente de la República y titular del Congreso, Alvaro García, pitió cautela, porque “nadie puede asegurar cuándo podría alcanzarse un acuerdo de resolución pacífica, negociada, razonable, de la deuda pendiente respecto a la salida soberana al mar”.
Recordó además la relación entre la demana marítima y la posibilidad de suministrar gas a Chile, por un referendo que en 2004 dictaminó que los hidrocarburos son un recurso estratégico para recuperar el acceso soberano al océano.
La Paz, 11 de marzo 2006
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