El militante humanista señaló que hoy en Chile empieza a romperse el sistema binominal. Hoy estamos levantando una candidatura del sentido común desde la izquierda para todos los chilenos, tras emitir su voto en la mesa 116, en el colegio Antonio Hermida Fabres de la comuna de Peñalolén.
Lograremos un excelente resultado, el cual será histórico para la izquierda y los sectores progresistas, por lo tanto hay un gran triunfo, comentó Hirsch.
El aspirante a La Moneda, dijo que su candidatura deberá ayudar a terminar con la exclusión política que ha generado tanta discriminación a millones de chilenos, que aunque votan por la izquierda no tienen una representación parlamentaria.
Hirsch, al ser consultado sobre que hará su sector en segunda vuelta, señaló que esperan ver cual es la votación que tendrá hoy la izquierda y analizar en conjunto cual será la respuesta de su sector.
Hijo de inmigrantes judío-alemanes que escaparon del régimen nazi, estudió Ingeniería Civil en la Universidad de Chile, sin terminar su carrera.
Trabajó como empresario fotográfico y se dedicó a difundir las ideologías del Movimiento Humanista Internacional.
Detractor del régimen militar, en 1984 fue uno de los fundadores del Partido Humanista, que cuatro años después se convirtió en la primera fuerza legalizada en el país como instrumento de lucha no violenta contra la dictadura de Augusto Pinochet.
En el Plebiscito Nacional de 1988 se destacó por su activa participación en uno de los frentes del Movimiento por Elecciones Libres, que cubrió el 95 por ciento de las mesas de votación, y como coordinador de la Concertación de Partidos por el No.
Un año después, en los primeros comicios democráticos, se desempeñó como organizador de la campaña a diputada de Laura Rodríguez, presidenta de su Partido, en concordancia con la del demócratacristiano Patricio Aylwin a la presidencia.
Con la victoria de Aylwin y la designación de Rodríguez como primera diputada humanista, Hirsch asumió el cargo de embajador de Chile en Nueva Zelanda entre 1990 y 1992, y regresa al país, tras la muerte de Rodríguez, al año siguiente.
En ese período, diferencias ideológicas con los principales líderes de la Concertación desembocaron en la salida del Partido Humanista de la coalición de gobierno.
A raíz de la decisión, el grupo político lanzó una lista presidencial y parlamentaria propia, que el ex diplomático integra, con miras a ser elegido diputado, pero no lo logró.
En 1994 ascendió a la presidencia del Partido Humanista, período determinante en cuanto a su postura crítica al gobierno demócratacristiano de Eduardo Frei, reclamando la urgente tramitación de reformas institucionales, económicas y sociales.
Tres años después, su organización insistió en una lista parlamentaria en solitario con Hirsch como candidato y aunque mejoraron sus resultados con respecto a los anteriores comicios, tampoco resultó electo.
En enero de 1999, organizó la reunión de la Internacional Humanista en Chile y, en ese mismo año, fue proclamado candidato a la presidencia del país y obtuvo 36 mil 235 votos en la justa electoral, para un 0,51 por ciento del total.
Después de protagonizar ese revés, el militante humanista se negó a retomar la dirigencia del partido (que había abandonado para asumir su candidatura).
Cuatro años después regresa al ruedo de la política cuando su agrupación decide integrarse a PODEMOS.
Entre sus propuestas destacan un proyecto nacional de desarrollo económico y social, redistribución de la riqueza, empleo para todos los ciudadanos, creación de un sistema nacional de Educación y mejorar la calidad y el acceso a la salud.
También propone alternativas para reformular la política de vivienda social, planes para solucionar desastres y conflictos ambientales que Chile enfrenta en la actualidad y reforzar la seguridad pública.
“Estamos convencidos de que necesitamos un cambio de fondo. La Concertación está profundizando este modelo económico, político y social injusto”, afirmó Hirsch recientemente.
El abanderado de la izquierda progresista, de 49 años, aboga además por una “odemocracia participativa, descentralización y modernización del Estado”.
“uando luchamos por la democracia lo hicimos convencidos de era posible construir un país más justo y más humano. Pero esa tarea sigue pendiente. Hoy estamos comprometidos en esa tarea. Por eso soy candidato” manifestó.
Respaldado por su programa político, Hirsch representa el ideal de muchos chilenos que no han encontrado respuesta a sus peticiones en 15 años de Concertación.
Santiago de Chile, 11 de diciembre 2005
Crónica Digital , 0, 64, 3