Peligrosamente alejado en la tabla de posiciones, con un fútbol desconcertante y sin dos de sus mejores cartas, el técnico Juvenal Olmos se juega su propio pellejo en busca de un milagro que devuelva las esperanzas a una afición cada vez más decepcionada.
Para hacer aún más dramática la escena, el equipo no podrá contar con Jorge Jiménez, fuera de juego por dos tarjetas amarillas, ni con uno de sus jugadores claves, Mark González, lesionado en una rodilla durante el encuentro con Uruguay.
“Cuesta arriba. Con pies de plomo, como pidiendo un milagro, como rogando porque el fútbol asome casi por generación espontánea en un equipo que rara vez ha mostrado regularidad, consistencia táctica, coherencia técnica”, así lo describe hoy el diario La Nación.
Para el rotativo “la presión de los jugadores por obtener un resultado es una carga que, sobre todo en casa, les devora las piernas, les atrofia la intempestiva lucidez y les nubla la cabeza”.
Sin embargo, pese a todos los males, en la tabla de ubicaciones queda todavía un margen, aunque muy escaso, para si ocurre “lo imposible” la Roja pueda tomar un segundo aire y aspirar a integrar los cuatro equipos del Sur que viajarán a Alemania el año próximo.
Chile aparece en el séptimo lugar con 14 puntos, a dos de Paraguay que ocupa el cuarto, y a uno de Uruguay y Colombia, colocados en quinto y sexto, respectivamente, con igual puntuación pero superiores en gol-average a la Roja.
“Afuera este equipo juega mejor”, apuestan todos como para mantener la esperanza. Hasta el legendario Patricio Nazario Yáñez, artífice del único triunfo rojo en tierras paraguayas (marcó el 1-0 el 7 de junio de 1981 en el equipo dirigió Luis Santibáñez) piensa igual.
Los que así apuestan, prefieren aferrarse a ese resultado lejano, antes del fiasco más reciente (0-2) frente a Ecuador, el peor partido jugado por Chile en largo tiempo, tanto en casa como en el exterior.
Su único aval en esta eliminatoria fueron sus triunfos sobre Venezuela y Bolivia y un empate con Argentina jugando en rancho ajeno, con todo mejor resultado que en casa donde sólo ha logrado siete de 18 puntos en disputa.
Para los especialistas y aficionados chilenos el dato “rendimiento de local” no es menor confiando en que el equipo aún sigue metido en el pelotón que aspira, al menos, al quinto cupo que da boletos para el repechaje.
En la fecha eliminatoria (décimo tercera) los abanderados de la Roja deberán estar también pendientes de sus vecinos porque se enfrentan Perú (13 puntos) con Ecuador (19), Venezuela (14) con Bolivia (10), Uruguay (14) contra Brasil (23) y Colombia (14) contra Argentina (24).
¿Qué conviene? Que incaicos y los del Guayas igualen, que los altiplánicos venzan a los llaneros, que los charrúas tropiecen con los verdeamarillos y que los trasandinos derriben a los cafeteros.
“Eso, siempre que la intervención divina se pose sobre Chile en Paraguay”, como afirma La Nación.
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