Su apuesta en los comicios es emular los resultados obtenidos en las municipales del pasado año cuando que, en contra de todos los pronósticos, rondó el 10 por ciento de los votos, y eligió cuatro alcaldes además de cerca de 100 concejales.
“Sabemos que estamos ya en los dos dígitos”, declaró a Prensa Latina su abanderado Tomás Hirsch, considerado la gran revelación de esta justa y el único que plantea un cambio en el modelo económico neoliberal.
El carismático líder y su comando, que integran comunistas, humanistas, cristianos de izquierda y una treintena de organizaciones independientes, libra una dura batalla contra el denominado voto útil que propugna el oficialismo con el pretexto de parar a la derecha.
Los partidos de la Concertación meten miedo a los sectores de la izquierda con el argumento de que su voto por el Junto Podemos allana el camino a los candidatos que sirvieron de sostén político a la dictadura del general Augusto Pinochet.
Hirsch, ex embajador en Nueva Zelanda durante el gobierno de Patricio Aylwin cuando los humanistas formaban parte del oficialismo, aseguró que Junto Podemos obtendrá la “votación más alta que ha tenido la izquierda chilena desde la elección de Salvador Allende en 1970”.
En los comicios legislativos, su gran sueño es que el presidente del Partido Comunista (PC), Guillermo Teillier, logre doblar la mano al excluyendo sistema electoral binominal y resulte electo como diputado en el distrito 46 de Lota Arauco, donde compite con mucha fuerza.
Tampoco se descartan otras sorpresas, como las que puedan dar los candidatos a diputados en el distrito Pedro Aguirre Cerda, Claudia Núnez, y el abogado de derechos humanos Eduardo Contreras, también muy bien posesionados en las encuestas.
Esta sería, en caso de conseguirlo, la primera vez que la izquierda extraparlamentaria logra acceso al congreso desde que Pinochet impuso el injusto y discriminatorio sistema electoral binominal en 1989 para proteger “a la nueva democracia chilena”.
Pero para lograrlo tendría que superar el estigma del denominado voto útil con que sectores progresistas benefician a la coalición de gobierno por el temor que la derecha pinochetista se apodere de La Moneda, similar a lo ocurrido con la candidatura de Gladys Marín en 1999.
“Nada de voto útil, voten confiados, voten con el corazón”, repitió insistentemente Hirsch en los actos de cierre de su campaña, tras recalcar que sus seguidores no deberían votar por nadie que esté planeando mantener y profundizar el modelo neoliberal.
“No podemos apoyar a quienes quieren dar continuidad a este modelo, que ha favorecido sólo a los poderosos, a los grupos económicos, al sistema financiero, pero ha postergado las necesidades de la gente”, precisó.
Ante la eventualidad de una segunda vuelta electoral, algo muy probable a juzgar por las últimas encuestas, el Pacto Junto Podemos no ha definido aún una posición, luego la traumática experiencia que tuvo la izquierda en 1999 cuando apoyó a Lagos en su disputa con Lavín.
“El 12 (de diciembre) daremos a conocer con toda tranquilidad qué es lo que Chile necesita, qué es lo que requiere para hacer una verdadera democracia y un país con justicia social”, dijo al ser consultado sobre el tema.
En otra parte de sus declaraciones el líder humanista respondió con ironía al presidente Ricardo Lagos, quien lo describió recientemente como un soñador.
“Yo le quiero decir (a Lagos) que efectivamente lo soy. Que esta vez estamos de acuerdo. Yo mantengo mis sueños, no como otros que los vendieron al mejor postor, a los grandes grupos económicos y a los bancos”, recalcó Hirsch tras apuntar que no está sólo en sus sueños.
Santiago de Chile, 11 de diciembre 2005
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