Así como el estrés de la vida cotidiana puede generar estados de tensión, cansancio, apatías, desconcentración o ansiedad y tiende a afectar el rendimiento en el plano profesional y personal, también puede ocasionar serios trastornos en el desempeño sexual de hombres y mujeres.
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baby blues o tristeza posparto, se caracteriza por crisis repetidas de llanto, pero […]
Se impone mostrar en los medios la realidad diversa que vivimos y desmontar el entramado patriarcal aún dominante a partir de una contracultura feminista basada en prácticas comunicativas más inclusivas y democráticas
Es muy habitual tener en consulta a personas que vienen preocupadas porque últimamente han notado disminución de su deseo sexual, o en ocasiones, no son ellas mismas quienes se preocupan, sino sus parejas, quienes les incitan a que tomen medidas frente a esta nueva situación.
«La sexualidad es una ventana para entrar a la sociedad», afirma la psicóloga y antropóloga belga Esther Perel, con quien conversamos en enero pasado durante el congreso Sexología 2012.
Hay un mito que mucha gente cree, y tiene que ver con el instinto sexual. Se piensa que para hacer bien el amor, con deseos y pasión basta. Esto es un error ciento por ciento. Es además necesario tener esenciales conocimientos sobre el cuerpo sexuado tuyo y el de tu pareja.
Dice un viejo proverbio que el hombre llega al amor buscando el sexo, y la mujer llega al sexo buscando el amor. Por muy paradójico que resulte, estas visiones han marcado la concepción de la intimidad a lo largo de la historia de la humanidad y con ella las conductas y modos de pensar sobre ella.