Tras un largo y prolijo período de investigación el Juez Alejandro Madrid logró determinar la estructura orgánica de la Clínica London, lugar utilizado por la DINA para realizar experimentos y tratamientos clínico en contra de opositores a la Dictadura del general Augusto Pinochet.
En el recinto, se habrían aplicado tormentos y venenos en contra de los detenidos políticos y donde, los servicios de seguridad contaban con asistencia médica para evaluar la resistencia de los vejámenes que aplicaba la DINA.
Según la investigación del magistrado, en la Clínica London habría perdido la vida el ex cabo y miembro de la DINA, Manuel Jesús Leyton tras ser detenido, en su casa, por sus pares de inteligencia militar.
De acuerdo a las declaraciones judiciales el destino del ex militar que conoció al entonces coronel Manuel Contreras cuando se desempeñaba como custodio en el recinto de detención de Tejas Verdes, lugar donde el ex Director de la DINA estaba a cargo del campo de concentración.
LA INVESTIGACIÓN DEL JUEZ MADRID
La resolución del magistrado procesa bajo el delito de asociación ilícita, en calidad de co-autores a los médicos Hernán Horacio Taricco Lavín, Pedro Samuel Valdivia Soto, Osvaldo Eugenio Leyton Bahamondes, Vittorio Orvietto Tiplitzky y la enfermera jefe, Eliana Bolumburu Taboada. Todos ellos profesionales de la salud que habrían colaborado en forma activa en las torturas de opositores políticos que pasaron con la siniestra Clínica London.
De ellos destacan el doctor Vittorio Orvietto, quien presenta varias denuncia en tribunales por violaciones a los derechos humanos por aplicación de hipnosis en las sesiones de tortura. Además hay que destacar que si bien Orvietto fue expulsado del colegio médico, el expediente completo de su caso desapareció extrañamente del Colegio Médico sin que sus conclusiones pudieran ser vistas por el juez Madrid.
A esto hay que agregar el caso del doctor Pedro Valdivia Soto, facultativo que hoy es investigado por su responsabilidad en la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva en la clínica Santa María de Santiago y de la enfermera Bolumburu quien es prima de Ana María Bolumburu, personaje que trabajaba en la Universidad Católica, cerca de los doctores Hermal Rosemberg y Sergio González Bombardiere, galenos que realizaron la autopsia no autorizada al ex Presidente Eduardo Frei.
También se encuentran procesados por asociación ilícita y homicidio los militares en retiro Ricardo Lawrence Mires, Vianel Valdivieso Cervantes y el coronel ( r )Juan Morales Salgado, quien se encuentra procesado por el asesinato del general Carlos Prats en Argentina. A la lista se agrega en la calidad de cómplices el agente civil Lorenzo Toro Olivares y el jefe de seguridad del recinto médico Hernán Sorvino Maturana.
La resolución señala que como encubridores fueron identificados el suboficial mayor Santiago Matteo Gallegillos. El comandante en retiro del ejército Federico Humberto Chaigneau Sepúlveda, y la ex teniente Gladys de las Mercedes Calderón Carreño, estos últimos procesado además por su participación en el secuestro y desaparición de la primera dirección clandestina del Partido Comunista de mayo de 1976, conocida como el caso de calle Conferencia.
La teniente Calderón fue conocida en la DINA por su crueldad al momento de aplicar torturas a los detenidos. Las últimas declaraciones señalan que ella era la responsable de inyectar cianuro a los detenidos para provocarles la muerte.
LA MUERTE DEL CABO LEYTON
El ex agente de la disuelta DINA cometió un error y ello le significó la muerte: romper el código de silencio.
Según la investigación judicial se logró establecer que el comienzo del fin del ex agente se inicia con el robo de una renoleta a un ciudadano francés con el objeto de conseguir repuestos para un vehículo similar que estaba en manos de la DINA, pero la historia comienza a complicarse cuando Leyton en compañía del agente Heriberto Acevedo son detenidos por Carabineros y conducidos a la Comisaria de Rodrigo de Araya ya que el vehículo había sido denunciado por robo.
Para poder zafarse del problema, ambos agentes reconocieron su condición de miembros del aparato de inteligencia represiva e inclusive se señala que existió un pugilato entre la policía uniformada y grupos operativos de la DINA que fueron al rescate de sus colegas pero, el cabo Lestón Robles ya había confesado a Carabineros que el vehículo utilizado por el organismo de seguridad pertenecía a un detenido desaparecido y que su cuerpo había sido lanzado al mar. Esta fue la frase que selló su destino.
La batahola creada por el robo de la renoleta que la cúpula de la DINA ordenó detener al cabo Manuel Jesús Leyton y precisar sus declaraciones a la policía uniformada. El ex agente había roto el código de silencio del organismo represivo y su destino era uno solo la muerte.
Tras ser detenido y torturado en su casa en la comuna de Puente Alto y en el centro de detención clandestino de Simón Bolivar fue conducido a la Clínica London para ser atendido de sus heridas y, de paso recibir un tratamiento especial por parte del equipo médico. Sin embargo, Cuando cruzó la puerta del centro médico de la DINA, el cabo jamás pensó que aquel día fue la última vez que, a sus 24 años de edad, se le vería con vida.
Santiago de Chile, 24 de julio de 2007.
Crónica Digital
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