Douglas Costa tiene 25 años y casi sin saberlo, le acaban de dar el traje de Neymar para la Copa América Centenario de Fútbol, aunque use un número diferente y su perfil sea más bajo.
Sobre sus espaldas recaerán responsabilidades inéditas. Falta ver si es capaz de asumir el liderazgo del inquieto y a veces controversial Neymar Junior.
El muy cuestionado técnico Carlos Dunga trata de relativizar la importancia del torneo que se celebrará en 10 ciudades estadounidenses del 3 al 26 de junio próximo. Pero Brasil lleva rato acumulando deudas con el fútbol.
Pecado capital para el Pentacampeón mundial. Y dos cartas para Dunga que se juega el todo por el todo. Si no será en la liza continental, le quedará la esperanza de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, a donde sí acudirá Neymar.
Pero la realidad ha sido devastadora hasta el momento para la canarinha. Con o sin Neymar, tras el descalabro de la Copa del Mundo 2014 anda en busca de respiros. Douglas Costa, el chico de Sapucaia do Sul, Río Grande del Sur, es una de las esperanzas.
Volante ofensivo, con una zurda virtuosa y notable profundidad, todavía no despega como la estrella que todos desearían en el gigante sudamericano. Una alternativa para que Neymar no sea tan indispensable.
Será uno de los “alimentadores” del fornido Hulk, otro jugador del que tanto se ha esperado y no acaba de consolidarse como un atacante letal de la verdeamarela.
Muchos creyeron que la hora de Douglas Costa había llegado en la Copa América 2015 con los chispazos frente a Paraguay. Pero fueron destellos que se apagaron cuando la riña de Neymar contra Colombia decretó su expulsión definitiva del torneo.
Luego, el 1 de julio del pasado año, era fichado por el Bayern Munich por 30 millones de euros. Las apuestas dijeron que con el mando de Pep Guardiola llegaría el encumbramiento del jugador iniciado en el Gremio de Porto Alegre.
Tampoco fue así. Douglas Costa ha sido intermitente con el Bayern Munich como lo hizo anteriormente con el Shakhtar Donetsk y los deseos de Dunga de que se complemente mejor con Neymar y el resto de la tropa sigue aguardando.
Tal vez se beneficie en la cita estadounidense del trabajo que puedan hacer en el mediocampo Casemiro (Real Madrid), Rafinha (Barcelona) y sin dudas el incisivo Willian (Chelsea), y con una pléyade de jóvenes Brasil muestre otra cara.
Las expectativas brasileñas también apuntan a Givanildo Vieira de Souza (Hulk), quien a sus 29 años y afincando en Rusia con el Zenith no termina por convencer. Delantero neto, zurdo de gran capacidad física, es bastante irregular.
Oriundo de Campina Grande, Paraíba, debutó profesionalmente en el Esporte Clube Vitória, de Salvador de Bahía, siguió en Japón y en 2008 se trasladó a Portugal con el FC Forto con una carrera espléndida con los lusitanos hasta 2012.
Entonces fue contrato por el Zenit de San Petersburgo por la friolera de 60 millones de euros con una carrera de altibajos, sobre todo en la selección nacional.
Estuvo en el cuadro auriverde en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (plata al perder la final ante México) y en la Copa del Mundo de Brasil 2014, cuarto lugar con un rotundo fracaso.
Es de todos modos un delantero con olfato de gol que puede ser clave en el esquema de Dunga en la Copa América Centenario, donde Brasil está ubicado en el grupo B de la primera fase al lado de Ecuador, Perú y Haití.
La canarinha se estrena el 4 de junio contra Ecuador en Pasadena, California.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 18 de mayo 2016
Crónica Digital / PL