Uber se ha convertido en manzana de la discordia en el Cono Sur de América, en especial en Argentina y ahora en Chile, donde protestas organizadas por taxistas semiparalizan a esta capital.
En realidad todo empezó con Uber, una empresa internacional que conecta a pasajeros con conductores de autos privados a través de un software de aplicación móvil. Pero ahora también el rechazo abarca a Cabify, similar pero con una gama más amplia de vehículos.
Caravanas de taxistas salieron esta mañana de cinco puntos distintos de Santiago para luego concentrarse en plena Alameda, donde Carabineros dispuso desvíos de tránsito. Pero de todas formas, los embotellamientos se hicieron notorios.
Gremios de taxistas y autos colectivos rechazan las aplicaciones de Uber y Cabify bajo el argumento de que no son sometidas a las mismas exigencias por parte de las autoridades.
En el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de la principal urbe chilena, otros conductores decidieron bloquear los accesos, generando una alta congestión en el lugar.
Aunque los manifestantes aseguraron que la marcha es pacífica, ya surgieron problemas con choferes lanzando huevos a vehículos particulares sin saber si en verdad pertenecen a Uber o Cabify.
Sin embargo, Uber no se amilanó ante la protesta y por el contrario, ofrece hoy tarifas preferencias a sus más de 250 mil usuarios, según aseveró en una nota de prensa.
A nuestros clientes que necesitan llegar a sus destinos de forma segura, confiable y eficiente, les daremos dos viajes gratis de hasta 10 mil pesos cada uno (unos 15 dólares) este 12 de mayo, destacó Uber en su texto.
Santiago de Chile, 12 de mayo 2016
Crónica Digital / PL
Mientras se proteste por los derechos de cada ciudadano en forma ordenada y pacifica, muy bien que se haga cuando perjudica a mucha gente y se enriquecen unos pocos, si la comunidad y los taxistas consideramos que esto es malo para nuestro país no dejemos que pase.