La amenaza de una explosión social y el inmovilismo en la implementación del proceso político pactado en Minsk con las insurgentes Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y de Lugansk (RPL) presionan hoy a los gobernantes de Ucrania. (PLRadio)
El primer presidente de la época postsoviética, Leonid Kravchuk, advirtió la víspera en entrevista al canal de televisión 112 que el país está listo para una “explosión” en la sociedad, y sugirió a las autoridades llegadas al poder en Kiev tras el golpe de estado de febrero de 2014 “comunicarse con la población”.
Opinó el exmandatario que después de la disolución de la Unión Soviética y antes de la ruptura del orden constitucional tras las revueltas de Maidán, Ucrania no había perdido territorios, no sufrió guerras ni vivió el empobrecimiento de hoy.
“Si en uno o un año y medio el nivel de bienestar en Ucrania cayó casi el doble (según las estadísticas), entonces ya es difícil. Ucrania está a punto de explotar y lista a la desobediencia. Lo que ya se evidencia por la observación”, alertó Kravchuk.
El exmandatario indicó que el sistema de gestión y de gobierno está tan desorganizado, que es muy difícil hacer algo porque la desconfianza de la población resta apoyo a los gobernantes y hace difícil actuar.
Recomendó el mandatario establecer una comunicación directa con el pueblo y no a través de los medios de comunicación, las entrevistas y lo que denominó “actuaciones en vivo”.
Sobre los acuerdos de Minsk, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, subrayó que ahora están en la fase en que debe ser adoptada la ley sobre las elecciones locales, “para lo que es necesario superar las barreras no solo en términos de las relaciones Ucrania-separatistas-Rusia, sino también en el Parlamento de Ucrania”.
Recalcó el jefe de la diplomacia alemana que en el proceso de reformas al que se comprometió Kiev en Minsk “queda mucho por hacer”, según expresó, incluyendo la adopción de las leyes, así como la reforma del sistema de justicia y lucha contra la corrupción.
En una reciente plática telefónica sostenida entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su par estadounidense, Barack Obama, el jefe del Kremlin instó a que Ucrania cumpla los acuerdos de Minsk, incluido el establecimiento de un diálogo directo con las RPD y la RPL para iniciar el prometido proceso político.
Por su parte, el canciller Serguei Lavrov criticó la reticencia de Kiev para poner en práctica puntos del documento rubricado en febrero en Belarús como la inclusión de la descentralización en la Constitución, lo cual significa el derecho a usar el idioma ruso en Donbass, nombrar fiscales y jueces, tener fuerzas policiales propias y vínculos económicos con Moscú.
Comentó Lavrov que Kiev pretende sustituir estas prerrogativas políticas por una simple referencia en la Ley Fundamental a que esos territorios pueden “someterse a unas reglas especiales referentes al autogobierno”.
Kiev, 19 de enero 2016
Crónica Digital / PL