Grupos reducidos de manifestantes continuaron hoy en el centro de la capital libanesa en desafío al dispositivo policial que anoche arremetió con dureza contra activistas que exigían soluciones definitivas a la crisis de la basura.
En una especie de resaca de una de las peores demostraciones callejeras registradas en El Líbano en los últimos años, las calles de Beirut mostraban un aspecto desprolijo y caótico tras los choques del sábado que provocaron decenas de heridos con perdigones, bastonazos e inhalación de gases tóxicos.
Las fuerzas gubernamentales reprimieron fuertemente los intentos de los miembros del movimiento You Stink (Apestan o Tú Apestas) de alcanzar la sede del parlamento en la plaza Nehme del centro capitalino para patentizar su frustración por la falta de entendimiento entre diputados rivales.
Los inconformes, en su mayoría jóvenes que pernoctaron en las calles de Beirut, coreaban consignas populares y frases reprobatorias al Gobierno del primer ministro, Tammam Salam, y a la cúpula política nacional a los que exigían dar respuesta a los problemas que aquejan a la ciudadanía.
“Alguna basura no debe ser reciclada”, se leía en una pancarta alzada por manifestantes con fotos de políticos nacionales a los que se responsabiliza de priorizar intereses sectarios y confesionales, antes que los del país.
Frente a vallas metálicas y alambradas erigidas por el Ejército y las Fuerzas de Seguridad Internas, los activistas permanecían sentados en las calles en pose retadora a soldados y policías fuertemente armados y escoltados por camiones con mangueras de agua.
Datos imprecisos hablan de al menos 15 lesionados de consideración, la mayoría manifestantes atendidos por asfixia al inhalar gases lacrimógenos disparados por los uniformados, y otros por balas de caucho y perdigones. Varios policías también sufrieron heridas.
Asimismo, las fuerzas del orden arrestaron a varios participantes, aunque al filo de la pasada medianoche los liberó a todos en virtud de instrucciones giradas por el ministro del Interior, Nuhad Mashnouq, quien ante la magnitud de las protestas canceló un viaje al exterior y retornar hoy al país.
Entretanto, el juez Danny Zeanni, comisionado asociado del Gobierno en la Corte Militar, abrió anoche mismo investigaciones de oficio sobre los incidentes y el empleo excesivo de la fuerza en las plazas Riad Al-Solh y De los Mártires, los principales escenarios de las batallas campales.
El primer ministro Salam anunció una conferencia de prensa esta misma mañana en el Grand Serail, sede del Gobierno, mientr4as el ministro de Cultura, Raymond Areiji, urgió a mostrar autocontrol por temor a que las condiciones actuales empeoren y rebasen el mero tema de la basura.
Areiji reconoció el derecho a la libertad de expresión, y señaló que “el uso de la violencia y disparos a ciudadanos desesperados por la ausencia de soluciones a sus problemas vitales, es totalmente inadmisible”.
La agencia oficial NNA informó este domingo que el Partido Socialista Progresista anunció su retirada de las protestas del centro de Beirut al considerar que el movimiento civil que enarbola demandas justas se transformó en un intento de derribar lo que queda de las instituciones estatales.
El partido liderado por el druso Walid Jumblatt describió como “acción peligrosa que golpea en el corazón de la paz civil y la estabilidad doméstica” las demandas de renuncia del parlamento y del Gobierno.
Los miembros de la campaña Apestan llevan más de un mes de movilizaciones para demandar a las autoridades una solución seria y definitiva a la crisis por la falta de vertederos, lo que ocasionó desde julio pasado escenas sin precedentes de lomas de desperdicios en zonas de Beirut y Monte Líbano.
Por Ulises Canales
Beirut, 23 de agosto 2015
Crónica Digital / PL