La víspera, un comunicado oficial la cancillería chilena lamentó que Delgado comparara la posición de hostilidad de la Democracia Cristiana (DC) hacia su país, con la asumida por ese partido durante el gobierno del presidente Salvador Allende (1970-1973).
El diplomático recordó que el principal partido de gobierno apoyó el golpe militar contra Chávez en 2002, como hizo en 1973 durante el gobierno de la Unidad Popular.
Tras considerar “inaceptables” las declaraciones del enviado de Caracas, la cancillería chilena dijo estar a la espera de que las autoridades venezolanas adopten “las medidas necesarias” para no afectar la amistad y cooperación bilateral.
Según la apreciación del gobierno chileno, “apartándose de toda práctica diplomática, el embajador de Venezuela se ha inmiscuido en asuntos internos del país”.
Medios locales indican que la protesta contó con el visto bueno de la presidenta Michelle Bachelet, quien -se afirma- se mostró contrariada “porque las declaraciones enredan el escenario interno chileno”.
En una entrevista con el portal Terra, Delgado había señalado que si bien le ha sorprendido la discusión interna que ha generado el apoyo a Venezuela, este “toma y dame” ha hecho que su país conozca “quiénes son nuestros verdaderos amigos”.
Fue en este contexto donde el diplomático acusó a la DC de “tener con Chávez la misma actitud que tuvo con (Salvador) Allende”, recordando la oposición que hizo la falange al gobierno de la Unidad Popular.
Subrayó, además, que la DC apoyó el efímero golpe de estado que derrocó por algunas horas a Chávez en abril de 2002 y recordó que cuando la hoy timonel DC, Soledad Alvear era canciller, Chile apoyó la asonada..
Las críticas de Delgado alcanzaron al esposo de Alvear, Gutenberg Martínez, presidente de una entidad de partidos demócratas cristianos del continente que respaldó el golpe del 2002 en Venezuela.
En medio de la campaña, el senador socialista Ricardo Núñez continuó apoyando las aspiraciones venezolanas de ocupar un puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero tomó distancia del diplomático venezolano.
“Los embajadores deben tener cuidado con sus declaraciones, porque representan a los estados”, apuntó.
Núñez reiteró su deseo de que el gobierno chileno resuelva apoyar a la candidatura venezolana, mas insistió en que no le parece que las opiniones del embajador ayuden en las relaciones internacionales.
Reiteró, no obstante, que en este tema el PS mira los intereses como país, más allá de la coyuntura, y en ese sentido subrayó que “los intereses de Chile están más cerca de Venezuela que de Guatemala”.
Santiago de Chile, 22 de septiembre 2006
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